No se equivocó García Márquez cuando inmortalizó su famosa frase “el periodismo es el mejor oficio del mundo” ante la 52º Asamblea Sociedad Interamericana de Prensa. Esta es, sin duda, la mejor profesión del mundo, a pesar de los intentos de algunos por desprestigiarla.
El martes 24 los periodistas celebramos nuestro patrón, San Francisco de Sales y entregamos las medallas de la Asociación de la Prensa a dos periodistas de raza, Pedro Luis Gómez y Guillermo Busutil. Felicidades compañeros. Felicidades a todos los periodistas por vuestro trabajo diario y por mantener viva la llama de esta profesión.
Probablemente no atravesamos nuestro mejor momento. Pero seguimos siendo muy necesarios. Según un informe realizado por la Universidad de Oxford, publicado por el Instituto Reuters, en 2015 los medios de nuestro país eran lo menos creíbles de Europa y los segundos en el mundo, solo superados por los norteamericanos. Para reflexionar, porque si nos quitan la credibilidad, ¿qué queda? El nuevo panorama de la comunicación nos hace estar más vigilados por la audiencia, que cada día audita nuestro trabajo. Cambios sí, pero cambios para mejor.
El periodismo está más vivo que nunca, y ya lo dijo Jarvis en 2010, “creo que estamos al principio de una emocionante era para el periodismo”; y los nuevos medios, el emprendimiento, los nuevos formatos, los nuevos contenidos y las nuevas narrativas traen aire fresco a un oficio que perdió una primera oportunidad durante la época de bonanza, pero que con empeño y corazón, está dispuesto a luchar, porque juega un papel clave en cualquier democracia.
Ojalá este nuevo panorama sirva para que aquellos compañeros que perdieron su trabajo durante esta feroz crisis vuelvan a ilusionarse con este profesión, la que, cuando niño, mientras “retransmitía” los partidos de fútbol de chapas, a mí me ilusionaba.
Mark Briggs, en su libro EntrepreneurialJournalism, señala que no importa cómo hemos llegado hasta aquí, solo importa que no hay vuelta atrás. Y si miramos la evolución de los medios hace un siglo, encontraremos sorprendentes similitudes con el emergente panorama de hoy. Sincronicemos relojes y recuperemos la época dorada de nuestra profesión. Pero hagámoslo con cabeza esta vez.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es
