Si miramos hacia atrás en el tiempo, en estas fechas hace dos años que los empleados del club tomaban twitter por iniciativa propia y decían que el siguiente, podría ser el último partido del Recreativo de Huelva. A partir de ahí entradas a un euro y un día que acabó en festivo por la respuesta de la gente y por la victoria ante el filial del Granada. Desde esa fecha los logros conseguidos han sido muchísimos, todos con trabajo, perseverancia, nervios y ante todo, mucha incertidumbre. Desde que la afición fuese el motor para salvar el club, a la expropiación, la no venta a esos canallas, la llegada de Juanma López… En fin, muchos detalles que ya conocerán bien.
Detalles, en muchos casos, para sentirse orgullosos, pues recordemos que hace dos años podríamos vivir el último partido del Decano y ahora hemos levantado el embargo del club. El camino se va haciendo, poco a poco, desesperadamente lento, y con menos fuerzas para continuar con el mismo trabajo, nervios e incertidumbres. Pero aún así, estamos relativamente mejor que hace dos años.
Y no importa nada si en el césped no se funciona. Porque el Recreativo es más que un club y lo ha demostrado en los últimos tiempos, pero el ánimo del aficionado cuelga del último resultado deportivo. Y no es criticable, ni mucho menos. De hecho, sentir el fútbol es lo mínimo que podemos exigir después de tantos temas burocráticos. Porque el Recre es Huelva, el Recre somos nosotros, pero el Recre es fútbol y se concentra en el terreno de juego. Si el marcador va a favor, y esto pasa en todos los sitios, todo se ve con calma. Incluso la situación institucional. Y si va mal, nos ponemos todos a temblar y olvidamos lo conseguido con facilidad. Y atentos: no es mentira. En nuestro particular caso es aún más determinante: si el Recre va bien, es decir, si consiguiera subir, que debe ser su lógico objetivo en esta categoría a pesar de todo, las deudas desaparecen antes. Pero si baja… No quiero ni pensarlo, pero entonces es que dará igual todo el esfuerzo, todo el pasado.
Por eso dependemos del balón más de lo que parece e intrínsecamente lo sabemos. Todo el destino del Recreativo está en el cuerpo técnico y sus jugadores. Hace un par de temporadas, salvarnos era heroico. Este año es decepcionante estar como estamos. De buenas a primeras, faltando lo que falta, la temporada ya tiene un suspenso. ¡Tenéis que levantar esto y cuanto antes! Necesitamos ser lo que presumimos ser en agosto. Necesitamos el 200% de cada uno. Necesitamos, otra vez, y aunque suene un poco miserable… ganar como sea. Otra vez. Seguimos.
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