Para los carnavaleros de Huelva y provincia, este ha sido el último fin de semana previo al concurso de agrupaciones del Carnaval Colombino. Son días en los que los distintos grupos ordenan con minuciosa atención los detalles que deben tenerse en cuenta para su presentación en las tablas las del Gran Teatro. Perfilan los disfraces, telón, atrezos, mientras los nervios comienzan a tomar las riendas, y cada día de ensayo se vuelve más exigente, perdiendo en cierta medida esa naturalidad y relajación de aquellos días de inicio.
Una de las herramientas fundamentales para todos y cada uno de los grupos participantes, independientemente de la modalidad, son los ensayos generales, que se han podido disfrutar a lo largo de todo del fin de semana en las distintas peñas, locales, asociaciones o bares de Huelva o provincia, con el objetivo de tener un ‘feed back’ más objetivo del repertorio que llevarán a concurso. Estos ensayos generales, que no son más que una muestra parcial del repertorio, han ido adquiriendo mayor importancia y se han convertido en un ritual por estas fechas, evolucionando o involucionando, según se mire, con el paso de los años.
En estos nuevos tiempos, estas puestas en común se realizan, generalmente, en conjunto con varias agrupaciones y la asistencia a estos actos suelen ser algo controladas, dependiendo de los objetivos que se planteen. Son en estos momentos en los que por primera vez se muestran las letras, músicas y demás partes del repertorio, donde los autores y directores observan la repercusión que tiene en el público asistente, y así aprovechan para perfilar aquellos pasodobles o cuplés en los que les asaltan las dudas o para asegurar la calidad de los mismos, e incluso estructurarlos estratégicamente durante el concurso.
Esta valoración que recogen del repertorio es tan importante como el repertorio en sí. Por supuesto, no todo es visible y se cuidan mucho aquellas letras que no se desean mostrar, y evidentemente el disfraz, parte importante del repertorio, se mantiene bien guardado hasta su puesta de largo en el escenario. Este ambiente que se crea en la previa al Colombino da una visión general de lo que nos encontraremos en el Gran Teatro y, para bien o mal, condicionará a quienes disfrutan del morbo que se crea.
Amarga despedida en un pregón edulcorado con la insignia de oro
Toda una sorpresa la que vivimos el en el Gran Teatro en el preludio del pregón de Antonio Cabezas, quién recibió también la insignia de oro del Carnaval Colombino 2018. Por primera vez en la historia ha sido uno de los secretos mejor guardados. La sorpresa desbordó al autor, emocionándose ante el imprevisto y agradable doble reconocimiento: el pregón y la valorada insignia, que es el máximo galardón que se le otorga a un carnavalero. Era otro de esos galardones tardíos, que el autor debería haber tenido hace más de una década, pero como ya saben, “nunca es tarde...”
Calle para La Colombina
La veterana peña La Colombina tendrá su propia calle en el barrio de Viaplana. Ha sido Gabriel Cruz, vía Facebook, quien ha informado sobre ello, dando valor a la peña más longeva de la fiesta de la alegría, reconociendo el gran trabajo y esfuerzo que lleva realizando desde hace más de 30 años. Según comenta el responsable de esta peña, era algo que el propio alcalde había prometido, cumpliendo con dicha promesa este año. Gran satisfacción para la comunidad carnavalera en general y para esta peña, en particular, que se merece todo nuestro respeto y dicho reconocimiento.
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