María Antonia Peña, quien se va a convertir en la primera rectora de la Universidad de Huelva (UHU) tras vencer en las elecciones celebradas este viernes al profesor y hasta ahora rector, Francisco Ruiz, va a asumir su cargo con el objetivo de que la UHU "recupere la vocación de servicio público".
En declaraciones a Europa Press, Peña ha indicado que "tras una larga campaña" los esfuerzos hechos "se han visto recompensados" y ahora queda tomar posesión del cargo "con una enorme responsabilidad y compromiso, y sobre todo con muchísima ilusión".
La recién elegida rectora ha indicado que en su mandato se apostará por hacer la UHU más "transparente y participativa", donde la información "fluya tanto en el ámbito interno como externo" y se refuerce a los órganos colegiados "para que la toma de decisiones sea más inclusiva".
Igualmente, Peña ha indicado que se va a perseguir el "crecimiento y la potenciación de la calidad de la enseñanza y la investigación", así como la "proyección exterior de la UHU" y que se realice un presupuesto "con la mayor eficiencia posible".
"El objetivo último es recuperar la vocación de servicio público que debe tener la UHU como universidad y que esta esté supeditada a la sociedad, al crecimiento del tejido productivo, al apoyo de las instituciones y que, por tanto, evite cualquier tipo de privatización", ha abundado la rectora.
Cabe recordar, tal y como informó la UHU, que el resultado total de las elecciones fue de 1.413 votos y el 50,77 por ciento de los votos para María Antonia Peña, y 1.051 y 45,78 por ciento para el anterior rector, Francisco Ruiz. De estos resultados, destaca la victoria de María Antonia en el sector de los estudiantes, que ha ganado por una abrumadora mayoría, con más del doble de votos.
Al respecto, Peña no ha considerado el margen general logrado respecto a su candidato "como estrecho, sino como holgado", en el que se ha visto que la comunidad educativa "ha querido pasar de una época adversa y apostar por la alternativa", según ha añadido. Asimismo, ha considerado a los estudiantes, tanto antiguos como actuales, "como los motores de este cambio, a quienes se ha tratado con respeto y con sincera preocupación por sus problemas, y que han visto que son una parte sustancial de la comunidad universitaria".
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