Más de 300 personas disfrutaron ayer del pase especial del documental ‘La Gran Ola’ en los cines Aqualon (Huelva), y del posterior coloquio que se entabló con su director, Fernando Arroyo, y con uno de los expertos que participan en la cinta, el geólogo de la Universidad de Huelva y especialista de tsunamis, Juan Antonio Morales.
De esta forma, el documental, que desde un punto de vista meramente científico aborda el riesgo real que existe en España, sobre todo en las costas atlánticas andaluzas, de que se repitan tsunamis de grandes proporciones, ofrece una vertiente didáctica y de concienciación propiciando encuentros de los espectadores con sus principales protagonistas.Hoy habrá un pase especial con el director en CineSur Nervión de Sevilla (19.45) y mañana31 de marzo (20h) en CineSur Bahía de Cádiz.
De hecho, por la mañana, 285 alumnos del Colegio Funcadia de Huelva asistieron a un encuentro con el director de ‘La Gran Ola’, con Juan Antonio Morales, y con el responsable de Área de Catástrofes de Bomberos Unidos sin Fronteras (BUSF) y experto en rescates, Antonio Rodríguez Nogales, quienes explicaron a los niños la necesidad de una necesaria educación y concienciación como principal medida de prevención ante este tipo sucesos naturales.
Rodríguez Nogales contó sus experiencias de rescate en BUSF y, de una manera muy didáctica, explicó a los jóvenes qué tiene que hacer para protegerse en caso de tsunami.Juan Antonio Morales, por su parte, explicó tanto a los escolares como a los asistentes que llenaron la sala del pase especial de la tarde las razones científicas que llevan a asegurar que va a haber más tsunamis en la provincia de Huelva.
“La única realidad es que ningún científico del mundo puede afirmar que no se vaya a repetir a corto medio plazo porque en la zona no existen indicadores para poder hacer una estadística de retorno fiable”, explicó por su parte el director, quien aseguró que las posibilidades de que ocurra ahora o dentro de cien años “son exactamente las mismas”.
El documental ha sido rodado en España y Portugal bajo la producción de Twizé Films. Cuenta con casi 40 entrevistas a científicos, funcionarios expertos, cargos públicos, rescatadores (BUSF), ONGs, etc, de diferentes países. Entre los testimonios, destaca el de María Belón, superviviente del tsunami del Índico en 2004 cuya historia y la de su familia inspiró la película ‘Lo imposible’, dirigida por Juan Antonio Bayona.
El director de ‘La Gran Ola’ explicó que el documental muestra una verdad “que a todos da miedo escuchar”, por lo que aseguró que“no debemos mirar a otro lado”. “Si lo que plantea la comunidad científica ocurre estaremos ante una de las mayores catástrofes de la historia: un tsunami con olas de entre 5 y 15 metros que en apenas un cuarto de hora llegaría a las costas ibéricas”, advirtió.
En este sentido, Fernando Arroyo afirmó que el documental muestra “una realidad de la que hasta ahora nadie ha querido hablar, si exceptuamos algunos científicos o instituciones como el Instituto Español para la Reducción de Desastres”. ¿Qué pasará cuando se repitan los tsunamis que en el pasado han asolado las costas de España y Portugal? “Aquí, al igual que en el Índico antes del 2004 no se quiere hablar de este tema, probablemente porque piensan que se espantaría al turismo y a la población. Esa es la principal similitud con el caso de MaríaBelón: no se hace nada aunque se conoce el riesgo”, aseguró.
Arroyo detalló que el tsunami, si fuese como el de 1755 (conocido como el Terremoto de Lisboa), se produciría después de un gran terremoto a unos cientos de kilómetros del cabo de San Vicente. Este terremoto ya generaría enormes problemas en toda España y Portugal, “pero en la costas desde Lisboa hasta el Cabo de Trafalgar penetraría kilómetros allí donde no hubiera obstáculos en tan solo veinte minutos”.
El realizador explicó que la altura de la ola dependería de las características de la costa y de otros factores. Según los datos científicos que existen a raíz de estudios publicados, “afectaría a cientos de miles de personas y generaría pérdidas económicas elevadísimas, ya que hay que pensar que durante días amplias zonas no se podrían evacuar, no habría luz eléctrica ni comunicaciones, ni agua potable ni alcantarillado, y habría que evacuar a ciudades completas como Cádiz”.
Fernando Arroyo afirmó que esta realidad se puede evitar“haciendo lo correcto”, es decir, “mejorando los recursos de que disponen los magníficos profesionales de este país en el Instituto Geográfico Nacional,Protección Civil, Puertos del Estado y el Instituto Español de Oceanografía para que tengamos el mejor sistema de detección y alerta posible, pues el actual no permite confirmar la llegada de una ola hasta que llegue a tierra”.
El director dijo que, además, habría que dotar de más medios a Protección Civil en las costas, adiestrar a sus voluntarios y establecer un sistema de alerta eficaz que permita que la gente sepa, en el acto, que va a venir un tsunami. “Esto ya se hace mediante sms en Chile y Japón, por ejemplo”, recordó, para incidir en que, sobre todo,“lo que hay que hacer es concienciar a la gente desde las escuelas de que esto es una realidad, de que el hecho de que no haya ocurrido en el pasado reciente es una casualidad”.
De esta forma, Arroyo reclamó a los ciudadanos que exijan a los gobernantes locales que tomen medidas, y deja claro que una correcta gestión de estos eventos “no perjudica en absoluto al turismo”. De hecho, en Lagos (Portugal)las playas están llenas de turistas con carteles de evacuación de tsunamis.
Gracias ala labor de prevención, en 2011 murieron 23.000 personas en Japón, “que hubieran sido 300.000 sin preparación”. “Ese es el regalo que nos ofrece la previsión y eso es lo que pretende ‘La Gran Ola”.
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