Regular la tenencia de mascotas y las circunstancias básicas de su convivencia con aquellos ciudadanos que no tienen animales domésticos era una necesidad básica a la que el Ayuntamiento de Huelva con el nuevo equipo de gobierno al frente ha puesto normas escritas que buscan el bien común, a través de la implantación de una nueva ordenanza que ya cuenta con la aquiescencia del pleno, pero que muchos dentro del colectivo de personas con mascotas quieren matizar y mejorar. Es normal. Hay que destacar por un lado que se hayan puesto desde las filas gobernantes socialistas manos a la obra para regular esta cuestión, pero también está muy bien que desde la educación y el respeto, las personas y los colectivos hayan puesto sobre la mesa muchas alegaciones a la misma; en eso consiste la democracia, y desde luego, a nadie ha de extrañar, aún es más, resulta también destacable que el propio alcalde atienda a pie de calle a quienes han planteado que hay cosas que deben ser de otra forma, mostrando su compromiso a través de la concertación de una futura reunión para una puesta en común. A nadie escapa la sensibilidad mostrada por el equipo de gobierno, que recientemente anunció la creación de espacios para las mascotas en diversos parques de la capital, como también es importante que se escuche a quienes tienen mascotas y saben de sus necesidades para que sean lo mejor posibles. Así, juntos y con comprensión mutua, se consigue una ciudad mejor para todos.
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