Huelva, para lo bueno y para lo malo, ha sido referente a lo largo de la historia de hechos y de acontecimientos que si fueran puestos en valor como se merecen y fueran defendidos por los onubenses como su trascendencia requiere, harían comprender mucho más lo orgullosa que debería sentirse esta tierra de ser cómo es y harían también reflexionar acerca de la dejadez que nos invade para las cosas trascendentes. Así, la realización de las jornadas en conmemoración del conocido como el ‘Año de los Tiros’ ha puesto de actualidad, una vez más, cómo los onubenses fueron el primer ejemplo de lucha contra la producción industrial a cualquier precio, que es sinónimo siempre del precio que pagan los trabajadores, y el pueblo llano en general, para que unos cuantos se llenen los bolsillos. Aquella protesta contra quienes hacían el aire irrespirable se ha convertido en un referente, en una reflexión, porque no todo vale en aras del valor añadido, y también, en una oportunidad para reflexionar sobre la actividad industrial, sobre la contaminación, sobre la falta de escrúpulos de algunos, sobre la miopía de las administraciones, y sobre todo, sobre la rebelión, sobre como al final, si el pueblo se une y alza la voz, las víctimas se pueden convertir en mártires, y también, en héroes que abren el camino a la rectificación y a la justicia, y consiguen cambiar las cosas. Toda una enseñanza en estos tiempos de agachar la cabeza porque la crisis manda.
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