Manolo Romeu, cintero y buen flamencólogo, entró a formar parte de la Hermandad de la Cinta hace ya algunas décadas, hasta llegar a ocupar el cargo de Hermano Mayor, puesto que ha dejado hace sólo un año, “pero sigo siendo un hermano más”, asegura. Romeu es noticia actualmente, entre otras cosas, porque ha sido elegido por unanimidad flamante presidente de la Peña Flamenca de Huelva. Además el presidente de la Confederación de Peñas Flamencas de Andalucía, que es de Sevilla, le ha nombrado secretario.
Manolo, ¿siempre con el gusanillo del flamenco por delante?
–Siempre, desde niño, me he llevado algunas broncas en casa, cuando iba al colegio San Casiano pasaba por el ‘Ciclón’ y ‘Las siete novias’, donde había cante, y me quedaba para escucharlo, y cuando me daba cuenta había pasado la hora del colegio.
¿Desde cuándoes miembro de la Peña Flamenca de Huelva?
–Pues comencé a integrarme en la peña como socio a partir de los tres meses de ser fundada, siendo el primer presidente fundador Juan García Moro, cuando nos reuníamos en casas particulares antes de ser fundada la peña en Las Adoratrices.
¿Un paso adelante ahora al ser elegido presidente de la entidad?
–Sí, yo había ocupado cargos como de secretario, vicepresidente, con Camilo Gómez Cruz, pero en realidad, nunca había pensado ser presidente. Ocurre que se celebra una asamblea extraordinaria en la peña, me citan en marzo de este año y me entero de que había dimitido la junta anterior y en la misma se decidió que saliera como presidente de una gestora, estuve con cuatro miembros de la peña en la referida gestora, y se fijó en el mes de junio la fecha para convocar asamblea a la Presidencia. La asamblea extraordinaria se celebró el 2 de octubre y en la misma decidieron nombrarme presidente.
¿Tienes conformada la junta directiva?
–Vicepresidente primero, Juan Torres Macias; vicepresidente segundo, Manuel López Camacho; secretario, Jesús Manuel García; tesorero, Pedro Moreno Ramírez; vocal de cultura, Mario Garrido Cabeza, con la colaboración de Rosana Marín y la del cantaor Pepe Garcés Fregenal.
El flamenco como Patrimonio de la Humanidad, ¿ha salido beneficiado o perjudicado?
–De momento le está beneficiando, porque precisamente vamos a celebrar el circuito dentro del V aniversario de este otorgamiento, y está edición estará dedicada a un cantaor de Huelva que ya falleció, Antonio García ‘El Brujo’.
¿Con qué número de socios cuenta la Peña Flamenca?
–Aproximadamente ciento sesenta, lo que es una pena que a los viernes flamencos asistan sólo veinte personas.
¿Cuentas con la varita mágica para que aumente el número de socios?
–Tenemos la idea de visitar a los colegios adyacentes con la peña para ofrecerles a los directores que puedan venir a una actuación con los alumnos más pequeños junto con sus padres, para basificar el flamenco. Sería, por supuesto, a una hora temprana.
¿Cuesta contratar a cantaores de élite?
–Este es un gran problema, yo he tenido ya dos ofertas para la Peña de Huelva, y se van por las nubes. Esto es imposible, porque no tenemos ingresos suficientes para el mantenimiento de la misma.
¿Qué me dices de las academias?
–El último viernes de septiembre hicimos la presentación de dos nuevas profesoras de baile, fue impresionante, la peña se llenó totalmente. Que se sepa que ya es obligación, y no sólo en nuestra peña, de estar de puertas abiertas a todos los aficionados al flamenco.
¿Cuáles son las actividades?
–Pues mira, academia de guitarra, cante y baile. En el baile están las profesoras Blanca Durán y Reme Pásaro, con el apoyo de dos profesoras más: Cristina Ceballos Wakelín y María José Jerónimo. El profesor de guitarra, Antonio Dovao, se ha marchado, porque tiene otras perspectivas. Le han sustituido Paco Cruzado y Joaquín Brito. Y en el cante, Mario Garrido y Ángel Romero.
¿Tienes apoyo de las instituciones?
–Pues sí, de Diputación, Cajasol, Ayuntamiento... El alcalde, Gabriel Cruz, antes de salir elegido nos prometió rescatar el festival flamenco ‘Quitasueños’, que se celebraba en el barrio Obrero.
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