Huelva vivió ayer desde la más absoluta normalidad (como no podía ser de otra manera) una nueva marcha festiva organizada por el Colectivo de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales (LGBT), un acontecimiento festivo reivindicativo que cumple diez años con una agradable novedad que constituye todo un símbolo de los nuevos tiempos municipales: por fin, los organizadores de la misma han podido concluirla en la plaza de Las Monjas, donde han llevado a cabo diversos actos lúdicos, la lectura de un manifiesto por el respeto, la tolerancia y la igualdad, y varias actuaciones. Lo que llama la atención es que hasta ahora, en diez años de marcha reivindicativa, no habían podido terminar en el céntrico espacio capitalino, porque, según enfatizaron los organizadores, hasta ahora, el Gobierno municipal del Partido Popular, por las más variadas excusas, no había permitido que ese espacio de todos los onubenses estuviera también a disposición del colectivo LGBT. Y poco han cambiado ciertas cosas en la oposición, pues este miércoles se pudo ver la presencia del alcalde socialista, Gabriel Cruz, con concejales de su equipo de gobierno, así como de Izquierda Unida, de Ciudadanos, de Mesa de la Ría y de Participa Huelva, pero no del PP, lo que deja en muy mal lugar al principal partido conservador, que ya en su día rechazó y llevo a los tribunales la ley de matrimonio igualitario.
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