Es preocupante y triste lo que dice el informe ‘La violencia sobre la mujer en la estadística judicial: Primer trimestre de 2015’, que ha hecho público recientemente el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ): Huelva supera la media nacional de víctimas de violencia de género pues 14,2 mujeres onubenses por cada 10.000 han sido víctimas de violencia de género durante el primer trimestre del año, mientras la media nacional, es de 13,2; de nada sirve no obstante, que nos quedemos por debajo de la media andaluza, que anda con una preocupante ratio de 15,6 víctimas por cada 10.000 mujeres, ya que cualquier media es alta, porque con un solo caso que haya ya estamos demostrando que fallamos, y que somos incapaces de corregir una de las formas de terror y denigración más terribles que existen. Otros datos para la reflexión son los que nos indican que casi un 70% de las denuncias fueron presentadas por la propia víctima, que las denuncias por intervención directa de la policía se sitúan en el 10,5% de los casos, pero, que por desgracia, una vez más destacan las pocas denuncias presentadas por familiares de la víctima, que sólo supusieron el 0,5% del total. Para terminar de dibujar este cuadro de terror, otro más preocupante dato más: un 5,1% de las mujeres víctimas que solicitaron orden de protección fueron mujeres menores de edad. Debe ser entre todos, pero basta ya.
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