El paro vuelve a bajar en Huelva. Es el dato, pero luego están los matices. Primero, que comparamos un marzo con Semana Santa con uno de 2014 sin ella. Así es más fácil crecer. Y segundo, esa estacionalidad que da la campaña agrícola volverá a pasar y a dejar más parados. Pero ademas: el número de parados con prestación baja un 13% mientras el paro sólo lo hace un 7,1%; la tasa de cobertura pasa del 60% al 55% en el último año; los gastos por prestaciones bajan un 17,8% en el mismo período; del descenso de marzo, sólo el 10% se tradujo en empleo estable. Además, el Parlamento Europeo recientemente ha afirmado que la austeridad vulnera los derechos fundamentales en la UE, de modo que la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior ha pedido a las instituciones europeas que pongan remedio de inmediato a una situación que califica de “alarmante”. Hay más: los asalariados ganaron menos y trabajaron más en el año de la “recuperación” y el 97,08% de los contratos suscritos en marzo fueron temporales. Por no recordar que aún no se han alcanzado los niveles de empleo que teníamos en Huelva en 2011. Así las cosas, el PP debería haber vencido la tentación fácil de sacar pecho. El paro baja, y es positivo, desde luego, pero echar las campanas al vuelo es una falta de respeto a quienes ni trabajan ni cobran prestación, a quienes tienen contrato en precario y a quienes siguen esperando su oportunidad.
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