El sol fue el gran protagonista, para bien y para mal, de un esplendoroso Domingo de Ramos con el que ha comenzado la Semana Santa de Huelva, que después de varios años vivirá sus días grandes sin sobresaltos y sin mirar al cielo.
La Santa Cena
No habían dado todavía las 15.45 cuando las puertas de la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús se abrieron para que los onubenses disfrutaran de una espléndida cena bajo el sol. Como manda la tradición, una multitud de fieles y aficionados se agolpaba a las puertas del templo, ávidos de ver el paseo cofrade del reinante Cristo del Amor ante su apostolado, y, tras él, la Virgen del Rosario. Este año, esta hermandad, como no podía ser de otra manera, tuvo en muy especial recuerdo al recientemente fallecido José Vargas, exhermano mayor y hermano de honor de una hermandad cuyos pasos hicieron su estación de penitencia luciendo crespones negros.
En cuanto al acompañamiento musical, la Agrupación Musical Cristo del Amor sublimó las mecidas del paso de misterio, mientras que la Banda de Música Virgen de las Angustias de Sanlúcar la Mayor hizo lo propio con el paso de palio.
Durante el recorrido, los 100 costaleros que componen la cuadrilla de los dos pasos multiplicaron esfuerzos para agradecer al cielo la luz con la que lució el Domingo de Ramos onubense. La Santa Cena disfrutó de un día espléndido, acompañada por la multitud que se echó a la calle y ya entrada la madrugada se despidió de Huelva con una bella entrada al templo.
La Borriquita
Del Polvorín a San Pedro, donde media hora después salía a la calle la hermandad señera del Domingo de Ramos, la de las palmas y los pequeños: La Borriquita. Un esplendoroso -y a ratos asfixiante- sol enmarcó la salida del paso del misterio, Entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, acompañado por por la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora de la Salud. La imagen del Señor fue realizada en 1946 por las manos del gran imaginero Antonio León Ortega. El paso se terminará el próximo año, cuando incorporen la imagen de San Pedro, obra de Elías Rodríguez Picón.
A las 16.45 horas hacía acto de presencia en el pórtico de San Pedro el paso de palio, con Nuestra Señora de los Ángeles. A pesar de las altas temperaturas, en las inmediaciones de San Pedro se agolpó una multitud de onubenses para dar la bienvenida a La Borriquita, que regresó a su templo cuando aún no habían dado las 23.00 horas.
Los Mutilados
Mientras La Borriquita se adentraba en la ciudad, la parroquia de San Sebastián abría sus puertas a las 18.00 horas. Los Mutilados salía a la calle para cumplir su estación de penitencia con un estreno: la restauración del paso del Señor de la Victoria por Daniel Sánchez Vázquez.
El Cristo de la Victoria es obra también de Antonio León Ortega y representa a Jesús despojado de sus vestiduras por dos sayones para ser crucificado en el gólgota. Este año, como novedad, lucía una túnica color crema. Por su parte, el paso de Nuestra Señora de La Paz se asomó a la calle a las 18.40 horas, pero antes, en el interior del templo, una ‘levantá’ muy emotiva dedicada a su camarista, María J. Alloza, recientemente fallecida.
La Redención
Sobriedad hecha belleza para poner en la calle al Santísimo Cristo de la Redención, con una una procesión donde el juego entre la imagen y la música es mucho más posible, con un desfile procesional marcado por lo impactante de la imagen obra de Elías Rodríguez Picón y la conjunción entre la fuerza de esta imagen del Santísimo Cristo de la Redención y la estética que supone el resonar de cornetas y tambores. La Redención mantiene su puesta en escena renovada el pasado año, y para agasajarla y disfrutar de su salida, centenares de onubenses se agolpaban a las puertas de la Parroquia de la Concepción.
Allí esperaba la Banda de Cornetas y Tambores Nuestro Padre Jesús Nazareno de Lepe, que posibilitó un mayor lucimiento en el paseo cofrade que sus 40 costaleros dieron al Cristo de la Redención. Además, el paso, impactante en su imagen y en su estética, de nuevo apareció este año, como en el pasado, con las imágenes del Señor y el Ángel Confortador. Además, este año ha estrenado potencias de plata sobre dorada y cantonera para la cruz de Fernando Marmolejo. Es el único misterio alegórico de Huelva, y representa a Cristo en el lagar místico para hacer ver la redención del género humano a través de su sangre.
El paso fue avanzando en su recorrido, con momentos de gran belleza visual, con juegos de luces y sombras posibilitados por el color del cielo, y adentrándose poco a poco en el anochecer onubense hasta que, pasadas las diez y media de la noche, regresó al céntrico templo, con centenares de fieles y aficionados cofrades.
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