Ya desde el barrio alto de San Pedro se escuchan los cánticos: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en el cielo!
Los naranjos nos regalan el maravilloso olor de primavera, huele a cera derretida, a incienso, por las calles se percibe que la semana grande se acerca, las hermandades preparan con esmero sus enseres para la catequesis que realizarán por las calles de la antigua Onuba, las iglesias se visten de gala, llenando sus rincones con colgaduras y flores.
Los pasos, poco a poco engalanados, esperando la ansiada estación de penitencia. Imágenes engalanadas con las mejores vestiduras en su altar pasajero esperando recibir el fervor de los onubenses, en las casas se preparan con esmero túnicas y antifaces, complementos para acompañar a su sagrado titular en la salida de penitencia, olor a miel derretida de ese dulce tan típico de esta época llamado torrija, arroz con leche...
Un sin fin de preparativos para esta gran semana esperada por todos los onubenses, anhelada durante todo un año, y rezando por que Dios no llore al ver como su hijo muere en la cruz y nos deje tener una gran Semana Santa y luzcan todas las hermandades como es debido.,
Esto ya esta aquí, solamente queda disfrutar y percibir con los cinco sentidos la gran maravilla que se vivirá en estos próximos días.
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