Cuarenta años. Madurez. Y también una oportunidad para, en estos tiempos fugaces, de prisas y poca constancia, dejar patente que si las cosas se hacen con cariño, acaban prolongándose en el tiempo. Y que perseverar, acaba siendo sinónimo de valor y de reconocimiento. El Festival de Cine Iberoamericano de Huelva cumple este año su cuadragésima edición, contra viento y marea, como referente del cine de habla hispana a uno y otro lado del Atlántico. Y para tal efemérides, se abre. Primero, a la provincia, con actividades en localidades onubenses donde hasta ahora no se había llevado este acontecimiento, pero también, se pasea por el resto de la geografía andaluza. Así, con motivo del cuarenta cumpleaños feliz, el Festival promueve una exposición multimedia que recorrerá Andalucía para mostrar la historia del certamen onubense a través de fotografías, de archivos sonoros y de montajes audiovisuales. Una muestra que cuenta con la colaboración de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía y que, ahí es nada, relatará a través de imágenes y audio gran parte de muchos momentos que han marcado su trayectoria. Una muestra que será un trozo de historia viva, pero también un espacio para homenajear a un evento cultural que enamora a los cinéfilos, y que encandila a los cineastas iberoamericanos. Porque un buen festival de cine, desde luego, no se hace sólo dentro de las salas.
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