El asunto del fichaje por parte del Recreativo de Huelva del joven guardameta Dani Sotres está dejando al club y a sus dirigentes, con el presidente a la cabeza, en evidencia de cara al público. Porque no se puede anunciar la adquisición en el mercado de invierno de uno de los jóvenes con más proyección del panorama futbolístico nacional hace ya más de dos meses, después de muchos dimes y diretes, y con un conflicto abierto en lo social de por medio, presentarlo en febrero a la prensa con toda la fanfarria, y a día de hoy, no contar todavía con él para poder jugar. Algo, muchas cosas, no se han hecho bien, cuando todavía colea una decisión judicial pendiente, y cuando desde Santander, el presidente del Racing, sigue aportando datos y comentarios que no favorecen la resolución del conflicto, y desde el club, además, se entra a desmentir cosas sin aportar argumentos sólidos. Lo que todos deseamos es que debute cuanto antes, el primero él, porque no olvidemos que estamos asistiendo al parón en la carrera y la trayectoria del actual portero titular de la selección Sub-21, de la Rojita; pero también, los aficionados, que han visto la portería recreativista como un punto débil que no se ha cubierto, pese a que Sotres está, se entrena, imaginamos que cobra, pero no juega, no. Por cierto y sin querer entrar en polémicas, sí aclarar a Pablo Comas que Viva Huelva no sabe si mintió el presidente del club cántabro, pero este periódico, desde luego, ni lo ha hecho ni lo hará y merece respeto.
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