Según nos cuenta José Antonio Mayo “la medusa tóxica, conocida como carabela portuguesa (Physalia physal), ha llegado a las playas de Mazagón, donde no ondea ninguna bandera roja para advertir a los usuarios de estas playas del grave peligro que representa, y hasta el momento no hay ningún comunicado oficial para informar a la población”.
Mayo nos asegura que “estas medusas comenzaron a aparecer hace unos días en las playas de Cádiz, donde ya ondean las banderas rojas prohibiendo el baño por su peligrosidad y recomiendan a la población que no toquen ni recojan estas medusas, ya que las toxinas siguen activas varios días después de su muerte”.
El jueves, también se dio la alerta por su presencia en las playas de Matalascañas.
Nos recuerda Mayo que “su aspecto es como el de una bolsa de plástico transparente inflada, con tentáculos de un color azulado, son muy atractivas visualmente y pueden llamar la atención de los niños, pero el contacto con ellas puede producir inflamación, quemazón, vómitos, mareos, dificultad respiratoria e incluso paro cardíaco. Las recomendaciones son no frotarse la herida y lavarla con agua del mar o con vinagre”
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