¿De qué se siente más orgulloso en lo que a su trabajo por Huelva se refiere?
–En la época de Federico Molina, empresarios ingleses querían demoler la Casa Colón. Un alto cargo de la empresa, Federico Molina y yo tuvimos una comida y se consiguió que no se tocara nada, y que el edificio que querían hacer lo hicieran donde hoy está Hipercor. Otro aspecto del que me siento orgulloso es el que te cuento ahora. Un día, un derribista llamado Paco Toscano me contó su intención de desmontar el Muelle del Tinto. Contacté con Telesur, y logré que sacaran un reportaje sobre el Muelle del Tinto a la hora de las noticias. Al día siguiente se paralizó la idea del derribo. Estas demoliciones hubieran sido imposibles en la actual época democrática que vivimos. En la dictadura, estas actuaciones se hacían a espaldas del pueblo.
¿Y sobre lo que se ha construido en Huelva?
–Todo lo que se ha construido en Huelva se ha hecho en contra de mi criterio, excepto la Avenida Andalucía, proyectada en 1964 por Alejandro Herrero, y me encantó. Alejandro Herrero fue un futurista de Huelva. Desde el año 1964, no se ha hecho nada positivo. Los arquitectos estamos muy mediatizados. Yo para desplegar mi imaginación, y sentirme libre recurro a la pintura, que ahí sí que puedo idear e imaginar lo que me da la gana.
A su entender, ¿Qué es lo mejor y lo peor de Huelva urbanísticamente hablando?
–Lo mejor, sin duda, la Avenida Andalucía, y lo que menos me gusta es el Parque Alonso Sánchez, que no vale para nada, Zafra, y Pescadería, esta última por la carencia de dotaciones que tiene.
¿Qué no ha hecho en Huelva que le hubiera gustado hacer?
–El desarrollo de la Avenida Francisco Montenegro, desde el Muelle del Tinto hasta la Punta del Sebo. Me la imagino como un macropuerto de pasaje y deportivo. Sería el único puerto de Europa que cumpliría por encima de los objetivos previstos. Te explico. He estado en Noruega visitando puertos deportivos y me explicaron que para que un puerto deportivo funcione bien tiene que haber cuatro hectáreas de tierra por una de agua. En Huelva, cuando las industrias se quiten del medio, que se quitarán solas, porque cuando el capital no es rentable se van solos, ya debería estar planificado desde el Muelle del Tinto hasta la Punta del Sebo, para cuando desaparezcan las industrias se pueda hacer un apoyo en tierra de los barcos que atracan ahí. Ese apoyo en tierra aquí llegaría a duplicar lo ideal. Tenemos ocho hectáreas de tierra por cada hectárea de agua. Y no hay un puerto deportivo en Europa que tenga ese apoyo en tierra. Se podría hacer un hospital, un macrocentro comercial, una ciudad deportiva... Huelva es la única ciudad europea que puede aspirar a eso.
¿No teme que haya quienes se apropien de sus ideas?
–A mí eso me importa muy poco. Yo defiendo a Huelva por encima de todo, y a mí me encantaría que se hiciera eso, y alguna vez, si no son mis hijos, que mis nietos lo conozcan. Una de las cosas que más deseo es que el próximo ayuntamiento, sea del color o de los colores que sea, planifique la Huelva del futuro entre el Muelle del Tinto y la Punta del Sebo, porque ahí está el futuro social y económico de esta ciudad.
¿Cómo está sufriendo la arquitectura los efectos de la crisis?
–Los proyectos firmados por ingenieros y arquitectos son el termómetro de la economía de un país. Toda inversión necesita de un proyecto, desde la apertura de una tienda a una urbanización, un puente, un bloque... Si no hay proyectos no hay inversiones. En mi estudio dejaron de entrar proyectos en el año 2006. Entonces me fui al Colegio de Arquitectos de Huelva, y veo la caída que había habido. También conecto con Barcelona y con Madrid, y me dice Ricardo Aroca, decano del Colegio de Madrid: Alfonso, hemos echado a 45 funcionarios del colegio porque no hay un solo papel que mover. Entonces se me caen los palos del sombrajo, porque yo puedo arreglar el problema de mi estudio, pero no los problemas del país. Desde que un arquitecto o un ingeniero hace la primera rayita hasta que se materializa la inversión pasan dos años, y no hemos empezado a hacer rayas, luego tenemos garantizados dos años de caída, no de haber tocado fondo. No sabemos cuándo vamos a tocar fondo. Va a haber follón. La gente va a pasar hambre.
Mal futuro augura entonces para los actuales estudiantes de Arquitectura...
–Los estudiantes de Arquitectura no tienen porvenir ninguno. La única profesión con salida en la actualidad es la de urólogo porque arregla la disfunción eréctil. La crisis está originando muchos problemas de erección.
¿Cómo se posiciona en el debate de la llegada del AVE a Huelva?
–El AVE no puede llegar a Huelva nunca. Huelva es y será siempre una estación término por su situación geográfica. Además resulta que el nuevo “andén” ya adjudicado a una empresa cuenta con el ancho ibérico de vías, el ancho normal, no el de alta velocidad. El tema es muy amplio, pero el asunto del AVE en Huelva demuestra que los políticos son unos mentirosos, todas las vueltas que le están dando es una tomadura de pelo. A los onubenses nos toman por tontos, por gilipollas.
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