Huelva se ha vestido de solemnidad para vivir el Jueves Santo Cofrade. Y la primera en salir a la calle ha sido la Hermandad de la Buena Muerte desde el templo de las Agustinas.
La hermandad de la Buena Muerte, que este año cumple su centenario, ha abierto el desfile de cofradías del Jueves Santo onubense, una jornada en la que salen en procesión algunas de las corporaciones más antiguas y que está marcada por la solemnidad.
Minutos después de las siete de la tarde se han abierto las puertas del Convento de las Agustinas junto a la emblemática Plaza de las Monjas, para recibir a la cruz de guía y los primeros nazarenos del cortejo, ataviados con túnica negra con botonadura azul y con correa agustina.
Minutos más tarde salía a la calle Tres de Agosto el Cristo de la Buena Muerte, una de cuyas 'levantás', en este año del centenario, ha estado dedicada a todos los costaleros que a lo largo de este tiempo se han puesto bajo sus trabajaderas. La primera ‘levantá’ ha sido realizada por el alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, con motivo del centenario de la Hermandad.
No fue hasta 1922 cuando esta cofradía realizó la primera estación de penitencia y seis años más tarde se incorporó la imagen del Cristo de la Buena Muerte.
Desde entonces varios cambios de sedes o la destrucción de sus titulares en un incendio en 1936 -las que ahora procesionan las realizó Joaquín Gómez del Castillo dos años más tarde- escriben la historia de una de las hermandades más antiguas de Huelva.
Como curiosidad destaca que en el cortejo va una representación de cinco nazarenos con túnicas blancas y morrión celeste representando a los alumnos del colegio que en los años 20 salían con esa indumentaria.
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