De las fuentes de Plaza Costa del Sol y El Calvario (en la confluencia de las calles Europa y Fernando de Prado) mana agua procedente de los manantiales de Torremolinos, manantiales que además proveen del vital líquido elemento a la ciudad de Málaga desde que en el último cuarto del siglo XIX se decidiera dar comienzo a su trasvase.
En 1488 los Reyes Católicos concedieron a la ciudad de Málaga en propiedad las aguas de los manantiales de Torremolinos, lo cual fue ratificado por la reina doña Juana en cédula expedida en 1501. Sin embargo el Ayuntamiento de Málaga no inscribió estos manantiales en el Registro de la Propiedad hasta 1875. Los inscritos fueron los manantiales de: Albercón, Inca, la Cueva y otros cuatro de menor volumen acuático, innominados.
El agua de los manantiales de Torremolinos es una de las más saludables de España. Contiene, entre otros elementos, 50 mg. de calcio y 22 mg. de magnesio por litro. Esta es precisamente la proporción idónea (aproximadamente dos partes de calcio por una de magnesio) para ser asimilada cabalmente por el cuerpo. Hoy los nutricionistas están de acuerdo en que el calcio no puede asimilarse correctamente si no va acompañado por el magnesio en la proporción debida, proporción que es precisamente la que presentan las aguas de los manantiales de Torremolinos.
En los lugares del mundo donde la incidencia del cáncer es menor o casi inexistente se da la circunstancia de que las aguas de ese lugar son proporcionalmente ricas en calcio y magnesio. Ya los médicos saben que de nada sirve atiborrarse de calcio -como era el caso en otras épocas- si no va acompañado por el magnesio. Y los dentistas empiezan a reconocen que, si hay abundancia de calcio pero falta magnesio, los dientes se deterioran. El calcio combinado con el magnesio en la proporción de dos a uno es vital para evitar enfermedades y mantener una salud envidiable.
En las herboristerías y centros dietéticos se expenden unos comprimidos de ‘Dolomita’, que presentan buenas dosis de calcio y magnesio, si bien el nivel de calcio suele superar en bastante más del doble al de magnesio, por lo que, al no darse en la proporción aproximada de dos a uno, el exceso de calcio puede anular la efectividad del magnesio. Sin embargo las aguas de los manantiales de Torremolinos, al fluir en la correcta proporción de calcio con relación al magnesio, tienen más garantía de ser efectivas al contribuir al mantenimiento de la salud corporal. Estas aguas toman sus elementos del propio cerro del que manan, dado que los materiales que lo conforman son precisamente ricos en calcio y magnesio.
En España la mayor longevidad de los habitantes se da en el pueblo granadino de Lanjarón, donde precisamente algunas de sus aguas son pródigas en los dos elementos precitados, que se dan en la proporción correcta. Y en Torremolinos tenemos esas aguas en abundancia. Realmente, aquí tenemos la fuente de la vida.
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