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El insólito enigma del arca de Noé (3)

¿Cómo se iluminaban las estancias inferiores del arca? Encender un candil supondría una explosión del gas metano generado por las heces de los animales

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Pasemos por alto los 20 reptiles que supuestamente Noé llevaría en el arca, que no robarían mucho tiempo a sus cuidadores, aunque no cabe duda de que algún tiempo no escaso invertirían en ellos. Por cierto, no se sabe con qué se alimentaban los reptiles, a no ser que también llevara el arca su buena clasificación de los géneros básicos de insectos y roedores. Es lógico que insectos (abejas, avispas, moscas, mosquitos, mariposas, escarabajos, grillos, saltamontes, luciérnagas, polillas, mantis, cigarras…) y minúsculos roedores tuvieron que haber entrado en el arca. ¿Cuántos centenares o miles de ellos pudieron haber invadido el lugar y cómo se alimentaban? Igualmente tuvieron que haber entrado las pulgas, las hormigas, los caracoles, las lombrices, las chinches, las garrapatas, los piojos, los ácaros, las cucarachas, las ladillas, las arañas, los escorpiones… muchos de tales especímenes pegados a las crines de los animales. De esto nada menciona el relato bíblico, pero es indudable que tuvieron que haberse colado en el arca.


Detengámonos en los 43 géneros de mamíferos, casi todos herbívoros, aunque también los había carnívoros y omnívoros en buena proporción. Precisamente entre ellos estaban los animales más grandes del arca. Hemos supuesto que fueran un total de 170 mamíferos, de los cuales 98 serían considerados puros y de los que habría siete parejas de cada género. Nos referimos principalmente a vacas, toros, ovejas, corderos, cabras y cabritos. Hemos incluido solamente a tres animales de más, considerados puros o de pezuña partida, tal como indica el relato bíblico que hay que saber cuáles eran los animales puros. Evidentemente habría más animales puros o limpios, pero no los tenemos en cuenta en este estudio, por desconocer con seguridad cuáles pudieran ser. Entre éstos se hallarían los búfalos, los bisontes y los ciervos, aunque no faltan devotos que aseveren que búfalos y bisontes constituyen un solo género con el ganado vacuno.
De los animales impuros de respetable tamaño tendríamos al menos, machos con hembras: dos elefantes, dos caballos, dos cebras, dos asnos, dos camellos, dos hipopótamos, dos rinocerontes, dos jirafas, dos leones, dos tigres, dos osos, dos jabalíes, dos lobos, dos gorilas, dos canguros, dos zorros, dos tapires… De los de menor tamaño: dos liebres, dos ratas, dos murciélagos, dos topos, dos ardillas, dos armadillos, dos hurones, dos ornitorrincos, dos koalas, dos capibaras, dos visones…      


¿Cuántas horas al día se tenían dedicadas para dar de comer y de beber a los mamíferos, entre los que se hallaban los animales de mayor tamaño y que más comían y bebían? Si las aves ya suponían 5 horas diarias a cada persona que atendía el arca, ¿podemos imaginarnos cuántas horas llevarían los grandes animales? Había que darles de comer todos los días, siquiera una vez. También había que suministrarles agua constantemente.


 Solamente los dos elefantes consumirían 360 kilogramos de vegetales al día y precisarían beber unos 400 litros de agua diarios. ¿Cómo acarreaban los ocupantes del arca el agua para dar de beber a los elefantes? ¿En cubos o recipientes similares? Un cubo vendría a tener una cabida de unos 10 litros para ser manejable, lo que supondría acarrear 40 cubos de agua, 5 cubos por persona, tan solo para los elefantes. En cuanto a la comida, suponiendo que en cada cubo entrasen 3 kilogramos de heno, necesitaríamos 120 cubos de comida al día para los dos elefantes, a razón de 15 cubos por persona. Y hablamos de alimentación y toma de agua en estado de reposo de los animales.


¿Cuánto tiempo emplearía cada persona en acarrear 20 cubos, es decir, 15 de comida y 5 de agua, para atender únicamente a los elefantes? Teniendo el agua y la comida cerca, o sea, en la misma planta que habitaban los animales, pongamos un promedio de 6 minutos por cubo, habida cuenta de que habría que dar de beber al animal en el cubo y eso llevaría su tiempo. Serían más o menos 2 horas por persona, suponiendo que las 8 personas laborasen al mismo tiempo. ¡Dos horas diarias por persona solamente para dar de comer y de beber a dos elefantes!


 Imaginemos cuántas horas más diarias serían precisas para dar de comer y de beber al resto de los animales, sobre todo a vacas, toros, caballos, cebras, camellos, jirafas, leones, tigres, osos, hipopótamos y rinocerontes. Contando con que los osos hibernaran y apenas comieran, habría que pensar en unas 8 horas más por persona para dichas tareas. Con ello tendríamos que cada una de las 8 personas del arca emplearía 15 horas diarias en servir el alimento y la comida a los animales (5 horas para las aves, 2 para los elefantes y 8 para los mamíferos, sin contar los reptiles).


 Pero no hemos terminado las faenas. Resulta que los mil y pico animales del arca tendrían la fisiológica necesidad de excretar y orinar a diario, y era fundamental retirar tales desechos, pues de otra manera, aparte de resultar insoportable el hedor que se originaría dentro del arca, las heces y los orines generan gas metano. Con todo, por muy limpio que estuviera el lugar, siempre habría un constante y desagradable olor, aparte de cierta permanente y peligrosa cuota de gas metano en el ambiente.


Surge también el serio problema de la ventilación y la iluminación. Aun suponiendo que todo el perímetro superior del arca estuviese rodeado de ventanas, esto iluminaría la planta de arriba, particularmente después de que hubieran cesado los 40 días de diluvio, pues se entiende que los días debían de ser muy oscuros durante la lluvia.


La planta inferior media estaría iluminada solamente por los lados de las escaleras, suponiendo que hubiera sendas escaleras en los laterales del largo del arca. El centro de esa planta estaría prácticamente a oscuras. Y por supuesto, la planta inferior, donde estarían los animales de mayor tamaño, no tendría luz alguna. Tampoco tendrían ventilación suficiente las plantas media e inferior, sobre todo la inferior.


 ¿Cómo se iluminaban las estancias inferiores para poder trabajar en ellas con cierta holgura? Encender un candil para alumbrarse supondría una explosión del gas metano. Y aún si no hubiera el suficiente gas, que evidentemente siempre lo habría, encender fuego tanto para iluminarse como para hacer comidas o calentarse en los días de frío, suponía el peligro de incendiar el arca entero, ya que las paredes estaban llenas de alquitrán o brea por dentro y por fuera, tal como indica el relato bíblico, a fin de que el agua no entrase por las juntas.


 Imaginamos que no encenderían fuego para guisar y comerían crudos los huevos que les ponían las gallinas. También imaginamos que Noé y su familia habitaban en la planta superior, que sería la más iluminada y ventilada. (Continúa en la parte 4). 

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