La participación de Verónica Rojas en el III Certamen de Canción Española “Ciudad de Torremolinos”, celebrado en sus diversas fases entre los meses de noviembre y diciembre del 2009, fue una de las más sorprendentes y admiradas, tanto por el público como por el jurado calificador, que le otorgó el primer premio. Torremolinos, con su ya eminente Certamen de Canción Española -muy elogiado en los medios informativos y en los cada vez más extensos círculos de este peculiar género musical-, fue para Verónica una ancha puerta abierta a la popularidad.
En el 2010, la cuarta edición del popular programa de Canal Sur “Se llama Copla”, que en su fase previa selecciona rigurosamente entre las nuevas mejores voces que se presentan a concurso, contó con la presencia de la Verónica Rojas, que obtuvo la máxima puntuación. Difícil resulta olvidar la maravillosa interpretación que hizo de la canción “Tatuaje”, demostración profesional de increíble naturalidad que los propios expertos califican, en voz y en escenificación, como una de las mejores jamás vistas. Posteriormente intervino Verónica en la finalísima del programa, junto a los más destacados concursantes, obteniendo la notoria clasificación de cuarta finalista y siendo exaltada como una de las voces más destacadas que pasaron por el programa.
A raíz de su participación en el concurso “Se llama Copla” le llovieron a Verónica infinidad de giras de conciertos por toda Andalucía y numerosas participaciones en programas musicales de la televisión pública andaluza, no solamente en la temporada veraniega, sino a lo largo del año entero. No pocas de sus galas son benéficas y Verónica es la primera que generosamente se ofrece para defender la causa de las personas más desfavorecidas.
Con una voz realmente impactante y de una naturalidad pasmosa, está considerada por la crítica musical como una de las mejores intérpretes de canción, algo que respaldan cantantes famosos como Diana Navarro, Marta Sánchez, Ramoncín, Rosa Ferrer y Gracia Montes, entre otras destacadas figuras. Naturalmente, es el público quien tiene la última palabra y en este sentido Verónica está cosechando todo un ejército de admiradores. Ella no se duerme en los laureles. Continúa aprendiendo y luchando todos los días. Su maestro Pedro Gordillo resume que “es fácil cantar; pero muy difícil ser artista de la canción, como es Verónica Rojas”.
Verónica Rojas
(Poema de
Jesús Antonio San Martín)
De la Copla es la Princesa,
su nombre es de triunfadora,
su voz tan cautivadora
del éxito es la promesa.
Estrella de los albores
que brilla sobre el proscenio
donde demuestra su genio,
se mece en vivos fulgores
al compás de la eufonía
que emana de su garganta
y que a su público encanta
y le sume en ufanía.
Salero en la entonación
y gracia en el movimiento
bien definen su talento
y causan fascinación.
Sentimiento en la canción,
de todas partes la llaman
y su diva la proclaman
y le rinden ovación.
San Roque se echó al vuelo
aquel cuatro de febrero
que amaneció jaranero
porque ella trajo el revuelo.
En su pueblo sanroqueño
cultivó día tras día
las notas de la alegría,
la esperanza y el ensueño.
Aún era niña la fama
y era niña la ilusión
y la llama de pasión
que ardía en el pentagrama;
pero el alba despuntó
y la niña, con gran maña,
en el pueblo de su entraña
su primer tanto apuntó.
Pronto le abría sus puertas
la madre televisión,
mas esperó la ocasión
propicia para que a espuertas,
ya el escenario dispuesto,
el triunfo le sonriera
con la “Gente de Primera”,
que le dio el segundo puesto.
De tal oportunidad
surgió su disco primero,
que fue un éxito certero
y de gran celebridad.
Dióle el pueblo el galardón
de sanroqueña del año
y ascendió al máximo escaño
de la consideración.
Torremolinos le abrió
de la Copla una ancha puerta
cuando la victoria cierta
del Certamen consiguió.
Y triunfo definitivo,
nombre y popularidad
ganó hasta la saciedad
en aquel televisivo
programa de gran solera
y magnífico renombre,
“Se llama Copla” es su nombre,
del que finalista fuera.
La crítica musical
de Verónica bien dice,
y nadie lo contradice,
que es de voz angelical
y de estilo inconfundible
y pregona la cultura
de la música de altura,
bellísima e inmarcesible.
Y en tanto pasan con gloria
del calendario las hojas,
ella, Verónica Rojas,
se alzará en su trayectoria,
profundas serán sus huellas,
y, en loor de muchedumbres,
ha de elevarse a la cumbres
y alcanzará las estrellas.
(J. A. San Martín, de su libro
“Torremolinos, mi sol, mi amor”)
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