Ganadora, en diciembre del 2009, del III Certamen de Canción Española “Ciudad de Torremolinos”, Verónica Rojas asombra por la naturalidad de su voz y del movimiento escénico. Pocas artistas de la Copla han sabido conjugar cante y escenificación. Verónica vive profundamente lo que canta. Dos lágrimas se hacen perlas eternas en las ventanas de sus ojos mientras desgrana los pétalos de la melodía. Verónica entusiasma al público, le hace vibrar. No extraña que su agenda artística ande tan apretada. De todas partes la llaman. En todas partes la quieren. Tanto, que difícilmente se concibe en toda Andalucía un cartel de Feria sin que aparezca su nombre encabezándolo.
Muchos la conocen como la “Princesa de la Copla”, debido a que en una de sus actuaciones “llevaba un vestido que recordaba a una princesa de cuento”, en palabras de la propia cantante. Otros la rebautizaron como “Cenicienta” porque en otra ocasión apareció descalza en el escenario. Y es que, justamente cuando subía a escena, se le rompió el tacón de un zapato y no tuvo más remedio que quitarse ambos.
Nació Verónica Rojas en la ciudad gaditana de San Roque, el 4 de febrero de 1988. Precisamente nuestra admirada Pepa Flores nació también un 4 de febrero. Se ve que es fecha que gesta grandes artistas. Ya desde muy niña Verónica se decidió por la música y el canto. Con solamente cuatro añitos tarareaba cuanto oía por la tele. Con ocho años la afición arraigó profundamente. Apenas llegar del colegio, ponía una cinta en el equipo y dejaba escapar los angelicales chorros de su voz. De vez en cuando se malhumoraba algún vecino. Otros quedaban encantados. Una de sus aficiones favoritas -experiencia profesional más que afición, pues tiene estudios de Conservatorio- es deslizar sus frágiles dedos sobre las teclas del piano, arrancándole bellas armonías.
El maestro Pedro Gordillo, esa eminencia musical que regenta una de las más populares escuelas de Copla de España, fue su iniciador en las maravillas del cante. Con trece años ganó Verónica su primer premio en el Concurso Nacional Ciudad de San Roque, durante el cual se rindió homenaje a los grandes artistas Juanito Valderrama y Dolores Abril. Su voz también fue aplaudida en homenajes tributados a Imperio Argentina y Rosita Ferrer. Años después participaría en el homenaje que se le dio en Alhaurín de la Torre a la inigualable Marifé de Triana. Ya con catorce años se estrena Verónica en televisión, en los programas musicales que en Canal Sur presentaban María del Monte y Juan y Medio.
A partir de sus diecisiete años es cuando Verónica se catapulta al éxito nacional, apadrinada por Bertín Osborne en el programa de TVE “Gente de Primera”. Fueron veintidós semanas durante las cuales demostró su maestría, a pesar de la edad, en la interpretación de diferentes estilos musicales, no solamente de Copla. Fue una de las competiciones musicales más reñidas que jamás se hayan emitido y donde Verónica consiguió el segundo puesto en la gran final. La crítica y la opinión pública la ensalzaron como una de las mejores intérpretes musicales en la historia de la canción.
Fruto de este excepcional programa fue la grabación en 2005 de su primer disco, en el que Verónica nos deleita con temas como “Todo corazón”, “Alfonsina y el mar”, “El Oasis del deseo”, “Dos almas”, “Lía” y “Yo te diré”, entre otros. El álbum sonó a diario en Canal Fiesta Radio, lo que hizo que muchos oyentes, cautivados por la dulzura de aquella voz que muy pocos precedentes tenía, se hicieran incondicionales admiradores y amigos de la que ya definían como “Princesa de la Copla”.
En 2006 el Ayuntamiento de San Roque otorgó a Verónica Rojas el galardón de “Sanroqueña del Año”, en reconocimiento a sus méritos artísticos. La singular distinción le fue entregada por Sus Altezas Reales el Príncipe de Asturias y su esposa, que presidieron los actos de conmemoración del 300 aniversario de la ciudad de San Roque. Verónica fue la pregonera oficial de las fiestas ese mismo año. (Continúa la próxima semana).
ACROSTICO DE
VERONICA ROJAS
(Por J. A. San Martín)
Verónica es del cantar
Estrella en el escenario,
Resplandor extraordinario,
Oro, flor sin marchitar.
Nacida del pentagrama,
Imponente voz hermosa,
Como reina y como diosa
Así el público la aclama.
Refulge en su pedestal,
Optima su luz propaga,
Jamás su brillo se apaga,
Arde con brío y con sal
Su fama ya universal.
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