El pasado viernes titulaba este periódico en su portada con la noticia del futuro nombramiento del concejal del grupo de los no adscritos, Iván Martínez, como vicepresidente de SOMUVISA. El PP, equipo en el gobierno municipal del Ayuntamiento de Jaén, había decidido adoptar dicho nombramiento. Sinceramente no veo ni la necesidad ni la oportunidad de esta decisión. Conviene refrescar la memoria, que es cosa que suele escasear, cuando no interesa su recurso. Hay que empezar a contar la historia en el conocido amago del otrora grupo de Ciudadanos (siglas por las que se presentaron los concejales Iván Martínez, Víctor Santiago y Salud Anguita) de dar el gobierno al PSOE en conjunción con Jaén en Común, cosa, que finalmente no cristalizó, aunque no por falta de ganas, como de todos es bien sabido. Posteriormente se produjo la separación de ellos tres de las siglas de Ciudadanos, abandonando el partido y sin renunciar a sus actas, pasando al grupo de no adscritos; siguiendo por el bochorno acerca del incremento del sueldo que percibían debido a sus liberaciones (algo que igualmente les fue dado gracias a la colaboración del PP) y finalizando ya por la definitiva pelea entre ellos que ha propiciado que a día de hoy vayan por libres. Es decir, que después de todos estos avatares descritos por los que han pasado los tres concejales no adscritos, no se puede pretender por el equipo de gobierno del PP, que este nombramiento no sea percibido como un guiño en toda regla a quien se deja querer sabedor del nulo futuro que puede augurársele más allá de permanecer como concejal hasta 2019. La contraprestación que acareé no se nos puede figurar fatua o vana. Por ello, convendría recordar que no basta con que la mujer del César sea honesta; también tiene que parecerlo. Claro está, el equipo de gobierno del PP, carece de la mayoría necesaria para sacar adelante los proyectos que tenga por conveniente aprobar. Pero la vía para ello debe de ser la de la conciliación con los otros grupos del Ayuntamiento, no esta. No tiene justificación el nombramiento desde el carácter oficial en que se nos ha vendido “la necesidad de reactivar los sectores de negocio de la ciudad” porque a tal fin, habría bastado el nombramiento de cualquiera de los otros concejales que están hoy presentes en el Consistorio e incluso alguien de sus filas. Y al final, la imagen del equipo de gobierno, que se resiente por este acto, puede estarlo aún peor, porque quien duerme con niños amanece mojado.
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