Frena que te pilla el coche

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Si usted se encuentra cruzando la calle por un paso de peatones, como tiene preferencia de paso, lo normal es que los vehículos se detengan hasta que usted lo cruce. No obstante, casi ninguno de nosotros cometería la imprudencia de cruzar despreocupadamente por el paso de peatones sin mirar antes. Casi todos echamos un vistazo. Porque efectivamente, la preferencia de paso es nuestra, pero puede darse el caso de que el conductor vaya distraído y nos llevemos el golpe. Si se produce el accidente, podríamos reclamar o protestar contra el conductor con toda la razón del mundo, pero el golpe nos lo quedamos puesto. Por eso no es prudente empecinarse en que tenemos preferencia de paso y cruzar sin más. La razón no nos librará del golpe y sus consecuencias.


Pues a nuestro Alcalde le sucede exactamente lo mismo que a ese peatón que no mira al cruzar y, con toda su razón, se lleva el golpe. A Fernández de Moya le encantan los papeles que según él le dan siempre la razón en esas esperpénticas y eternas discusiones contra la Junta de Andalucía. A diario lo vemos comparecer públicamente esgrimiendo airado kilos de papeles. Sin embargo, los papeles no son suficientes para solucionar los problemas. En política, además de hablar la documentación (los papeles) hablan también los hechos, y él puede acreditar ante notario, como es su última ocurrencia, que el tranvía le cuesta al Ayuntamiento tantos millones, y quedar por encima de los demás, pero el tranvía sigue parado. Él puede mandarle a la Presidenta de la Junta de Andalucía cientos de cartas para ser recibido, pero sigue sin recibirlo, como él mismo dice, tras diecisiete meses solicitándoselo.


En la discusión de si la razón la tiene el Alcalde, la Presidenta de la Junta de Andalucía o el Papa de Roma, nada gana Jaén, porque todos tendrán muchas razones y muchos papeles, pero los problemas persisten. Jaén gana cuando verdaderamente hay voluntad de trabajar por él e independientemente de los papeles, razones y demás circunstancias, se actúa.


Pero la respuesta del Alcalde a todos los problemas que acucian Jaén son los papeles, con los que le encanta espetarle en la cara a Junta y oposición y de esta forma piensa que ya está todo hecho ¿Qué ganamos los giennenses con ello? Nada. Obras son amores y no buenas razones y en Jaén, de obras andamos escasos, de razones y papeles hartos, y de amores huérfanos.

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