La cerrada unidad de destino en lo universal en ambas trincheras, a propósito de Cataluña, terminó chocando frontalmente el viernes pasado, sin necesidad de tanques y disparos al aire, a través de dos encendidas y virulentas acciones gubernamentales: la declaración unilateral de independencia, la DUI, por un lado, y, de otro, la intervención de facto del autogobierno catalán por parte de la administración general del Estado, pero con fecha corta de caducidad, menos de dos meses, mediante la audaz convocatoria complementaria por parte del ejecutivo Rajoy de elecciones autonómicas un día antes del sorteo de la lotería nacional, el 21 de diciembre. La suerte, pues, está echada. Si los independentistas deslegitimaran la cita con las urnas, como pretexto para la no concurrencia de sus candidaturas, aduciendo falta de garantías, conculcación de derechos o lo que les venga en gana, el Parlament terminaría conformado exclusivamente por fuerzas constitucionalistas y no soberanistas, donde C’s de Inés Arrimadas estaría en condiciones –a decir de las encuestas- de ser la primera fuerza, y el hoy ya fantasmagórico gobierno Puigdemont podría trasladar sus filípicas secesionistas al exilio belga. La aplicación efectiva del artículo 155, la intervención de facto, publicada en el BOE del sábado, propicia el domingo una portada espectacular de ABC con los rostros de un nuevo gobierno de la Generalitat, “El Govern que restaurará la democracia”, titula, encabezado por la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría e integrado por los ministros Alfonso Dastis, Rafael Catalá, Cristóbal Montoro, Juan Ignacio Zoido, Iñigo de la Serna, Iñigo Méndez de Vigo, Fátima Báñez, Alvaro Nadal, Isabel García Tejerina, Luis de Guindos y Dolors Montserrat. Los ministros por delante, por descontado, como está mandado, y paremos de contar. Resulta sintomático, en este punto, así las cosas, la facilidad pueblerina con que el gabinete del secretario de Estado de Hacienda, Fernández de Moya y Romero, ‘filtró’ la intoxicada buena nueva de que el paisano jugaría un papel importantísimo, de especial trascendencia y calado, en la intervención del gobierno catalán y, a partir de ahí, la especulación interesada se propaló por los canales de propaganda habituales del demoyismo. El día, en el marco del bimestre siguiente, que José Enrique viaje por razones de su cargo a Barcelona, como ocurrirá con muchos más responsables de segundo nivel del Gobierno del Reino España, no se sorprendan si ven por aquí, en la prensa provincial, reportaje especial a dos páginas con enviados especiales. Todos los favores se pagan.
Comunicados. Por lo demás, semana de santos y difuntos, hoy mismo, en el Ayuntamiento de Jaén, debate sobre el estado de la ciudad. A ver si entre todos levantamos este muerto, venía a decir el sábado, el alcalde, Javier Márquez, en nota de prensa: "Un compromiso real, serio y riguroso de los grupos municipales del PSOE, JeC y de los concejales no adscritos, para colaborar con el equipo de gobierno, ya que es obligación de los 27 concejales de este Ayuntamiento el sacar adelante propuestas para una ciudad que avance hacia el desarrollo económico y social que merece". Para el alcalde, "Jaén se moverá en los próximos meses a ritmo de obra". Ciertamente, la esperanza preelectoral se sitúa en inaugurar el “Jaén Plaza”, gradualmente, en el transcurso de 2018. Para entonces sabremos si Cuqui lucha por liderar la lista del PP o, en su defecto, harto del control férreo/pinza interna al que le someten a diario el dúo demoyista de los migueletes (RAE: Antiguo fusilero de montaña en Cataluña), Contreras López y Martínez Rayo, deje que la alternativa Paqui Molina se consume. Julio Millán y María Cantos ya aguardan en el punto de partida de la carrera. Hablando de demoyismo, comunicado del PP de Jaén en respuesta a ‘Jaén Adelante’ y su conocido soniquete ‘Un afiliado, un voto’. Primer dardo. ¿Acaso pretenden los críticos poner en cuestión las nuevas normas por las que se rige el partido? Segunda invectiva. Miguel Moreno, denuncia la dirección provincial tras tener acceso a un audio de whatsapp del alcalde de Porcuna, está reclamando a las juntas locales afines, transferencias de dinero con destino a financiar las acciones judiciales emprendidas. Los críticos, en contraofensiva, malmeten barruntando la cercana dimisión del presidente provincial, Juan Diego Requena, harto de comulgar con ruedas de molino, añaden, y avanzan malévolamente la hipótesis descabellada de su sustitución a corto plazo por el secretario general, Francisco Palacios. “Lo niego todo, incluso la verdad”, que diría el maestro Sabina. Nadie se da por vencido y prometen, como en Cataluña, llevar el enfrentamiento hasta sus últimas consecuencias.
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