Mayo mayea, sin impostura, plenamente consciente de su condición de altavoz de la primavera en flor. Pólenes de olivo martirizando a infinidad de alérgicos. ¿Cabe, acaso, peor plaga o castigo bíblico para un hijo de Jaén? Sí, todavía es posible agrandar el desgarro un poco más: la diáspora, el exilio, el mal de ausencias, el desarraigo, el regreso pleno que nunca se producirá. Olivos que te acogen, te abrazan, te hacen sentirlos propios, te anclan al territorio que te vio nacer, los mismos árboles que desheredaron, maltrataron, expulsaron y desnaturalizaron a otros paisanos. 66 millones de olivos, 550.000 hectáreas de olivar, 650.000 habitantes y, entremedias, entretanto, toda la repulsión marxista a la propiedad acumulada y la renuencia capitalista al jornalero autóctono. Desengañémonos, ochenta años después, no queda casi nada de la Jaén descrita por Miguel Hernández en “Aceituneros”, himno desde hace casi un lustro de la Provincia, y, como unidad de destino en lo universal, nos identificamos bastante más con el soniquete de ‘Expoliva’, con la profundización en la quintaesencia jienense del siglo XXI, carente de ruptura ideológica, desprovista de altisonantes reclamaciones legitimistas de “Pan, Tierra y Libertad”, centrada en el pragmatismo de miles de comprovincianos que compatibilizan el trabajo de autónomo, pyme o empleado público con la renta proveniente del olivarillo que les dejaron sus padres y abuelos. Hoy, como ayer, o como pasado mañana que se inaugura ‘Expoliva’, Jaén mayea en mayo, asida a la certidumbre sobre la liquidación de la aceituna entregada este invierno en la cooperativa y del pago único de las subvenciones europeas, agua de mayo, dispuesta a repetir la tradición de glorificar durante cuatro días -18ª edición- al indiscutible rey sol de la economía provincial, el olivo, y a su muy querido y valorado hijo, el aceite de oliva. El oro verde se sigue fugando, a granel, allende nuestras fronteras, como el talento de la generación mejor formada y preparada, ahogando la sed de revolución pendiente, largamente aplazada, en ese mar de dudas que es nuestro mar de olivos. Y mayeamos, sí, sin ambages ni complejos. ¡Viva Expoliva!
En Jaén, segundo municipio jienense en superficie olivarera en producción, con 23.735 hectáreas, sede de Ifeja, casera de la gran feria del aceite de oliva e industrias afines, modelo exportable, donde los patriotas civiles volvían a jurar lealtad este sábado en Santa María a una rojigualda portada por la brigada ‘Guzmán el Bueno’, asimismo, idéntico hilo conductor, la vida política sigue igual de previsible. Los presupuestos municipales del sufrido alcalde Cuqui, y su no menos castigado contable mayor, Bonilla, se aprueban merced al voto favorable y la abstención de los dos concejales no adscritos cuyos favores el equipo de gobierno del PP se garantizó meses atrás en un ejercicio de seducción encomiable. Pedro Sánchez llenaba el Pósito de Linares, el miércoles pasado, con Carmen Calvo de telonera, en las horas previas a una entrega de avales en Ferraz –se quedó a menos de seis mil de la favorita- que insufla optimismo a sus seguidores. Mañana, en el HO, un Paco Reyes en proceso de recuperación agasaja a su aliada, Susana Díaz, en una provincia que recabó 3.300 avales para ella, en torno al millar para Pedro y apenas un centenar para Patxi López. Oséase, el PSOE de Jaén está mayoritariamente con Susana, pero una cuarta parte de la militancia que participó no validó a la candidata del aparato. Pedro Sánchez, con su ‘No es no’, transformado ahora oportunamente en ‘Sí es sí’, sin remedio, le ha metido el miedo en el cuerpo al oficialismo de Despeñaperros para arriba. En Andalucía, su masa de partidarios engrosa a un guerrismo sin Alfonso Guerra –Carlos Sanjuán, Nono Amate…- que en Jaén tiene su expresión en la adhesión de un guerrismo sin Leocadio Marín que suma los nombres de los ex alcaldes Alfredo Catalán, José Antonio Saavedra y Eusebio Ortega o del ex delegado de Agricultura Rafael de la Cruz. Mil avales son muchos avales, mal que le pese a Hurtado 6. Hay partido. Al igual que en el PP jaenciano. La integración planteada por el vencedor en votos de la elección interna del 27 de abril, el crítico Miguel Moreno, respaldado por la dirección regional, choca con la actitud numantina, ‘El Santuario no se rinde’, defendida, cual capitán Cortés, por José Enrique Fernández de Moya, mentor del otro aspirante, Juan Diego Requena, que dice contar de cara al Congreso Provincial del 21 de mayo con más compromisarios que su rival. Los miembros natos de la junta directiva provincial elegidos a dedo por el presidente saliente, con plaza garantizada en la cita congresual, pueden resultar decisivos a la postre. Mayo mayea, ni que decir tiene, en el PP de Jaén.
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