Expositor

Palcos, ilustres y reventa

Comoquiera que la Semana Santa de Jaén siempre preservó la tradición, a nadie debiera extrañar que en la carrera oficial de la calle Bernabé Soriano se monte...

Publicidad AiPublicidad Ai

Comoquiera que la Semana Santa de Jaén siempre preservó la tradición, a nadie debiera extrañar que en la carrera oficial de la calle Bernabé Soriano se monte un palco nuevo, como Dios manda, con unos paneles de metro y medio para garantizar los derechos adquiridos por los abonados de la tercera fila, sin molestos viandantes que se apalanquen delante, impidiendo el goce y el disfrute de quienes pagaron para estar a gusto viendo los desfiles procesionales, que este año crecen con dos hermandades de pasión más. Las cosas de la Agrupación de Cofradías, claras, y el chocolate del loro consistorial, cuanto más espeso, mejor. Cuando la administración más cercana al ciudadano condena a sus gestores a un viacrucis permanente, el hábito hace al monje, el munícipe adquiere forma de penitente, discreto y anónimo, que engrosa modositamente el guion sin decir siquiera “esta boca es mía”. Ni voz ni voto, convidado de piedra, pero con privilegiada reserva en el palco. El amago de prohibición/paralización del montaje de la nueva infraestructura metálica por parte del Ayuntamiento de Jaén, dado el revuelo generado en redes sociales, se diluyó cual azucarillo en cuanto el staff del movimiento cofrade amenazó con dimitir y suspender  las procesiones. “Aparta de mí ese cáliz”. No tiene bastantes líos el alcalde cómo para abrir otro frente de confrontación con uno de los agentes de dinamización social de mayor poder de convocatoria y movilización. ¿Que los comercios de Bernabé Soriano quedan prácticamente tapados? ¿Que el público pedestre tendrá más dificultades que nunca para encontrar un emplazamiento digno en la carrera oficial? Quien no se consuela es porque no quiere: las sagradas imágenes desde las alturas de sus majestuosos tronos podrán verse perfectamente por muchos paneles de metro y medio que se instalen. Y a otra cosa, mariposa.


Mariposas en el estómago. El vértigo se apodera de Miguel Moreno. Algunos de sus más estrechos colaboradores, la mañana del viernes, le avanzaban que la ‘operación galgo’ (lanzar a García Anguita como tercera vía) podía salirles a pedir de boca si, a bombo y platillo, con suficiente antelación al Congreso Provincial del 21 de mayo, Miguel Ángel anunciara, en un gesto de generosidad sin precedentes (un escaño garantizado en el Senado, aquella aspiración de antaño, moneda de cambio), y siempre en pos de la regeneración y reforzamiento de la marca ‘PP Jaén’, su intención de confluir  con la candidatura del alcalde de Porcuna. Mucho antes de lo esperado, sin embargo, tras consultar oficialmente con la dirección regional de Moreno Bonilla, el todavía secretario general de los populares jienenses se retira de la carrera. ¿Es la mejor ayuda que podía ofrecerle, hoy por hoy, a Miguel Moreno? Menos mal que, en el otro bando, no hay dudas con respecto a la adhesión inquebrantable de Gabino Puche a la opción que encabeza Juan Diego Requena. José Enrique Fernández de Moya, su avalista y mentor, sitúa a Miguel Contreras en el puesto de coordinador general de la campaña del regidor de Santisteban del Puerto. Era tal el grado de proximidad y complicidad en los últimos tiempos entre el junco y el pilila que el cisma interno obligó al primero a cambiar de inseparable compañero de paseos, Pósito arriba, Pósito abajo. Ahora, el partenaire de Gabino no es otro que uno de sus más antiguos y leales colaboradores, otrora responsable provincial de la hucha fraguista de las donaciones: Jesús Mollinedo. Puche, así, moviliza a la vieja guardia en favor de un oficialismo que sigue siendo en Jaén, esencialmente, mientras él continúe en la pomada, antiarenista y antisevillano. Nada nuevo bajo el sol.

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN