Pónganse en situación. Viernes negro de rebajas a lo Caratone, “Tu vuòfàl’americano”. Tararéenla. Apertura anticipada, a la americana, ya digo, nipollas, de la campaña de ventas navideña. Black Friday. Un fin de semana antes del inicio del Puente de la Constitución Inmaculada y de la campaña de compra/venta de votos de las elecciones generales del ’20-D’, que se activará el viernes venidero. Hoy mismo, lunes de estreno, la investidura del nuevo alcalde popular de Jaén, Javier Márquez. 19 horas. Pleno. Solo dos puntos en el orden del día. Toma de posesión de la nueva concejal del PP, la número 13, Yolanda Pedrosa, y designación del nuevo alcalde. Cada partido apuesta por su candidato, menos C’s que prefiere como el pasado 13 de junio garantizarse una sesión sin sobresaltos votando en blanco. Salud Anguita y sus dos compañeros de grupo, Víctor Santiago e Iván Martínez, parecen cada día más alejados de la línea oficial del partido naranja en Jaén, marcada –a su pesar y parecer- por ex militantes de UPyD. Luis Salvador les pide que resistan, que aguarden al resultado de las duodécimas elecciones generales, a la noche de autos, a la madre de todas las batallas, y que luego ya se pondrá orden en cada territorial, incluida Jaén. Por eso, entretanto, Juan Marín hacía las veces de enviado plenipotenciario de las alturas del aparato barcelonés fotografiándose con los candidatos jienenses al Congreso y Senado.
La encuesta periódica de Metroscopia para El País remarcaba, ayer, un triple empate entre PP, PSOE y C’s, en la barrera de los 22 puntos de intención de voto, con Podemos en la cuarta posición sosteniendo un honroso 17 por ciento. Albert Rivera, pese a perder ligeramente estimación, sigue siendo el líder más valorado. Rajoy no quiere verse bajo ningún concepto, frente a frente, debatiendo con Rivera. En la búsqueda del voto útil, todos van contra Pedro Sánchez, todos creen ver en el PSOE un caladero donde pescar, hasta la pobre IU de Unidad Popular, que a duras penas logra superar la barrera del 5 por ciento, pese a que Alberto Garzón llene en sus mítines. El ‘prietas las filas’ en Podemos no es otra cosa que un compás en espera de resultados y, en el peor de los escenarios, de una noche de cuchillos largos para refundar el movimiento nacido del ’15-M’. El voto de confianza a Pablo Iglesias tiene fecha de caducidad, el 20-D. El PP promete más policía, más respeto a la bandera y segunda vuelta en las municipales, avanza ABC. El electorado más joven no comulga con el bipartidismo. La militancia de Ciudadanos no para de crecer, como cualquier partido con visos de tocar pelo tras los comicios, más de 30.000 afiliados al día de la fecha. Los sociólogos otorgan aún margen de mejora, capacidad de atraer votos, tanto al PSOE como a C’s, no así a PP y Podemos. Así, en resumidas cuentas, ¿gobernará el partido que obtenga un voto más que el segundo? ¿Es un precedente tan reciente que mereciera tenerse en cuenta el acuerdo de las izquierdas en la vecina Portugal?
Javier Márquez ha manifestado el honor y la satisfacción que le produce acceder a la alcaldía y dice sentirse abrumado porque es mucha responsabilidad la que tiene por delante. La base serán los últimos cuatro años y medio, pero el regidor inminente confiesa que no le cabe otra que dar pasos (que hasta ahora no se dieron), mostrar la impronta de lo que se quiere (disponer de una hoja de ruta de la que careció su predecesor), reorganizar, cambiar un poco el chip y hasta meter la segunda marcha en el Ayuntamiento (reconocimiento implícito del recalentamiento de las finanzas consistoriales por culpa un Fernández de Moya incapaz de pasar de primera).El PSOE de Fernández Palomino pone el acento en cómo duplicaron los populares la deuda municipal en cuatro años y el nulo control de los servicios públicos adjudicados a compañías privadas (que hacen –a decir del principal grupo de la oposición- lo que les viene en gana). Nuevos tiempos, nuevo talante, sin mayoría absoluta, con tutelas y sombras alargadas, Miguel Contreras –el elegido por José Enrique para relevarle en la presidencia provincial del PP- vigilante, y confianza plena puesta en un futuro esperanzador basado en una suerte de Black Friday jaenciano consistente en presumir sin mucha base científica que todo desastre o estropicio en la gestión, ahora sin Fernández de Moya, será manifiestamente mejorable. Cualquier mal actual sin José Enrique tendrá visos de mejorar. La ilusión de que vive el sueño de alcalde de Márquez en su punto de partida.
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