El dolor sigue prendido a la tinta, pero para nuestro periodismo prêt-à-porter, puritano y luterano, la muerte no es matemática pura. No es ciencia, no es alma, sino mera empatía social y crematística. Los 700 inmigrantes negros que, ayer, naufragaban a menos de doscientos kilómetros de Lampedusa no pesan mediáticamente como los 150 occidentales blancos que fenecieron en Los Alpes franceses en vísperas de la pasada Semana Santa. Somos de esa pasta antropológica. ¿Qué le vamos a hacer? Nos ocupa más la propensión a la obesidad de Belén Esteban que el ingente circulante que la familia Pujol, proveniente supuestamente de donaciones ilícitas, puso a buen recaudo en cuentas suizas desde los albores de la transición, cuando la España democrática todavía era una entelequia, y por la unidad de España y el miedo a la involución se aceptó la preservación de los oligopolios financieros del franquismo, su moral laxa y viciada, su calvinismo eficiente, hipócrita y podrido. La banca y las grandes constructoras, los contratistas públicos de rancio abolengo y los sobornos institucionalizados a las altas instancias del poder que imitan, impecable o torpemente, determinados labriegos de la domesticidad política.
De aquellos polvos, estos lodos de Rodrigo Rato y su casta. ¿Recuerdan cuando el ex ministro de Aznar era un dios de couché y fetiche? ¿Queda alguien por ahí de quienes conocieron, aquí, en Andalucía, la gestación de la Rueda Rato cuando el fin justificaba los medios? Medios de comunicación, por descontado. Retrotráiganse a los ochenta. Cuando en la ciudad de Jaén los mismos profesionales del negociete público que tuvieron durante las últimas décadas de la dictadura mano en el BOE a través de La Falange pasaron a codearse y confraternizar con la gauchedivine del hegemónico PSOE. Esa misma gentuza, hoy, treinta años después, amparada en la consolidación de sus privilegios, en sus concesiones y prebendas, que por igual perduran en sanidad como en basura, por cenáculos y tribunas, se permite atribuir desvergonzadamente el origen de la emergente corrupción actual al sistema democrático de partidos, y, en concreto, a manidos personajes, archiconocidos, algunos caídos ya en desgracia, convertidos así en chivos expiatorios del gran tinglado que impunemente sigue manejando. Pues no, a mí no me la dais.
Pertrechados en su discreto papel, entretanto, los populares de Jaén, que nada tienen que ver con Rato, alentados por una ministra que cree en milagros, presentaron su candidatura de cara al 24 de mayo,con más cabeza que corazón. Y lo aclaro. Hubo lista con cabeza, a la vista está, del que ya estaba, del que más tiene y más la tiene en su sitio, y como ni María Jesús Oya ni ninguna otra de las incorporaciones de relumbrón pretendidas, dirigidas al corazón del alicaído electorado, cuajó, pues eso, tiraron de existencias y del futuro gris y previsible enmente de José Enrique. Las ‘jubilaciones’ barajadas se confirmaron. De Moya, si lograra pronto salir, dejaría al frente a una terna de garantías, benéfico-asistenciales, inconmensurable: Reyes, Cuqui Márquez y Contreras. A continuación, otros tres de su exclusiva cuerda: sus dos colegas universitarias, Cárdenas y Molina, leales y sin sobre-sueldos, y el mejor guarda de su espalda, el lugarteniente Ruiz. Les siguen, los fichajes que permite la 2ª B: la procuradora Azañón (hermana del secre de la CEJ), el contable Bonilla (no confundir con el soldado homónimo) y la turística Morales de Coca (Ex PA). Si los detractores de la lista de Fdez. Palomino indican maliciosamente que pareciera retocada por peperos, no es menos tendencioso endilgar a sociatas la ocurrencia de ciertos acompañantes de Fdez.de Moya en la suya. Tómenselo a guasa.
Los otros
Ciudadanos. La miniestructura territorial no da abasto. El granadino Luis Salvador y el jienense Antonio Sutil se las ven y se las desean:dossiers arriba, hacia Barcelona, dossiers abajo, con el ‘SÍ’ o el ‘NO’ al aspirante investigado. Se filtra y se purga sobre la marcha. A Salud Anguita, ‘1’ por Jaén, han intentado infructuosamente hundirla por sus antecedentes políticos (aspirante del PA hasta febrero a la alcaldía de su pueblo, Torredonjimeno) y los de su actual pareja (en la extrema derecha). Tras Anguita, en lista, de confirmarse hoy: Víctor Santiago, Iván Martínez, Sara Segovia y Luis Serrano. El llamado a ser complemento postelectoral de un PP sin mayoría absoluta se nutre, como avancé, de cachorros desencantados del propio PP y UPyD. IU 2.0. La concurrencia de una lista avalada por la dirección provincial, con precipitación y a machamartillo, y otra auspiciada por la asamblea local, ´Jaén en común’, con ciertas concomitancias podemistas, merma las opciones de representación de la izquierda a la izquierda del SOE.
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