Cates de junio. Espabilemos. Nos cuesta el alma desprendernos del maldito atavismo cainita que nos condena históricamente al ostracismo, al suspenso, a una progresión no adecuada, insuficiente. La mejor herramienta conocida por estos pagos para auspiciar la interlocución entre distintos, en aras de construir un horizonte común de destino a medio/largo plazo, el Plan Estratégico de Jaén, asiste a un fin de curso lánguido pues sigue quemando etapas, cubriendo objetivos teóricos, pero sin saber muy bien adónde se dirige y cuáles son realmente sus objetivos ahora que las administraciones públicas han cerrado el grifo a la innovación, el riesgo y la discriminación positiva. En una tierra donde los dos grandes, PSOE y PP, se detestan, se ningunean, se ignoran, se anulan, se invisibilizan, se niegan, uno de los pocos foros constructivos que nos hemos dado en los últimos años encara tiempos de reafirmación u ocaso. O creemos en él y lo vivificamos a diario, o corremos el riesgo de cargarnos su esencia unívoca, consensual. Su auténtica razón de ser. Hacer planes de futuro coincidiendo en lo sustancial, aunque sea ya sin el eficaz acompañamiento presupuestario del Activa Jaén, es uno de los pocos lujos que todavía puede y debe permitirse esta tierra de sempiternos lamentos, quebrantos y déficits. El Plan Estratégico es conceptualmente una obra necesaria, a ratos imprescindible, que corremos el riesgo de vaciar de contenido y olvidar en el estante menos accesible de la biblioteca provincial. Paco Reyes, Juan Lillo, Pura Gálvez y Fernández de Moya tendrían que pronunciarse públicamente ya sobre su virtualidad, su porvenir, su catarsis. Es eso o dejarlo morir como si la cosa no fuera realmente con ninguno. Atentos.
Desconcierto entre la dirigencia ugetista jiennense tras la polvareda generada por la operación Cirene contra una presunta trama que sistemáticamente inflaba facturas de proveedores de cursos de formación para que el sobrante resultante cubriera otros gastos de la organización. Una separata de la investigación de los EREs falsos que lleva a cabo la juez Alaya, trasladada a otro juzgado sevillano, que supuso el martes pasado la detención, entre otros, del responsable de un centro de estudios radicado en el Gran Eje jaenero, puesto en libertad con cargos horas después. Alaya, a quien sus detractores acusan de hacerle el juego político al PP-A, prosigue la laberíntica e interminable instrucción del caso de corrupción que lanzó a la fama al conseguidor comprovinciano Juan Lanzas. Tanta dilación, tanto aferrarse al ovillo sin elevar el caso al Supremo dado el aforamiento de algunos de los imputados, tanto acoso y derribo contra la ex consejera y ex ministra Magdalena Álvarez, vicepresidente hasta la pasada semana del Banco Europeo de Inversiones, han colmado la paciencia del presidente del Consejo Consultivo de Andalucía, Juan Cano Bueso, hasta el punto de afirmar su intuición de que el caso ERE terminará disolviéndose cual azucarillo. Aquí te alineas o desapareces de las alineaciones.
PSOE. Primarias. Pedro Sánchez, al que apoya Susana Díaz, a quien respalda gran parte de la dirección del PSOE jiennense, reúne muchos más avales que los otros dos candidatos. Escalonada presencia de aspirantes: el jueves, Pérez Tapias; el viernes, Sánchez; y hoy, Madina. Mañana, el líder caído, Rubalcaba, a dos meses de regresar a su cátedra, inaugura la nueva sede de los socialistas de Castellar. La mano de Zarrías se deja ver, ya de tarde en tarde. En la carrera hacia la elección del alcaldable de Jaén, a buen seguro, ni meta baza. Las encuestas internas y los recientes resultados electorales no admiten dudas: la derrota está garantizada. Y, sabido es, a perder no se apunta cualquiera. Ese cualquiera, que no es cualquiera, una sola bala en la recámara, jubiloso jubilado, no es otro que Fernando Calahorro. Tan hastiado, y desnortado, está Hurtado con el tema de su cartel electoral en la capital que, a estas alturas, la determinación de Calahorro Téllez gana enteros.
Entretanto, el desbloqueo de la Cámara de Jaén se torna quimérico. La sede central de la calle Hurtado se tasa en 3,7 millones de euros. El alquiler con opción a compra del bufete Medina-Cuadros no sería obstáculo insalvable. No está en venta un inmueble sino un contrato. El entusiasta Manolo Barrionuevo comprueba lo que el resto pretextaba como justificante para no presentarse, que se ha metido en un jardín sin flores. A Diputación, pese al ruego del interesado, no le compete. Y dejarla morir no es una solución lejana a la particular forma que tiene Jaén de permitir que los problemas se pudran antes de afrontarlos a su debido tiempo. Sin orden. Sin concierto. Sin plan.
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