Eutopía

Al otro lado de la Calle

Las vemos, algunas veces nerviosas, otras, taciturnas, deambulando de un lado a otro de la calle

Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai

Las vemos, algunas veces nerviosas, otras, taciturnas, deambulando de un lado a otro de la calle. Ahora, el frío de la noche les recorre, sin contemplaciones, el cuerpo, el rostro, las manos… Ese frío se refleja también en la mirada de las personas espectadoras. Quizás nos hemos acostumbrado a que estén presentes en las esquinas sórdidas de nuestras ciudades, en establecimientos deshumanizados, que se convierten en férreas jaulas con luces de neón, o en pisos alejados de las sospechas de los siempre acomodados y temerosos vecinos. ¿Qué nos ha pasado?... Apenas nos cuestionamos las causas y las consecuencias de la prostitución, apenas nos ponemos en el lugar de las mujeres, de cualquier rincón del mundo, que están siendo humilladas, utilizadas, engañadas… Apenas nos damos cuenta de que su derecho a una vida digna ha sido truncado por redes sin escrúpulos, por intereses económicos tan viles como los seres  y los poderes que los promueven… Apenas las comprendemos, las escuchamos, las creemos… Y casi siempre las juzgamos con la palabra desacertada, con las ideas preconcebidas y negativas, con la indiferencia. Son, sin lugar a duda, las víctimas de quienes las denigran, convirtiéndolas en “mercancía” con la que traficar. La ONU, en el art.3 del Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, define esta problemática como “la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción; al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad…” También la declara como la tercera actividad ilegal más lucrativa del mundo, siendo las otras el tráfico de armas y de drogas. El Dossier Nuevas Esclavitudes del Siglo XXI de la Agencia Fides menciona que no existen medidas contundentes para frenar el incremento de la prostitución. Las Mujeres, menores o no, son reducidas a ser “carne de cañón de un negocio sumergido que mueve miles de millones de euros anuales”, son transformadas en  “capital  financiero para  las asociaciones criminales”. Los informes y los datos que han salido a la luz son escalofriantes. Se habla de millones de mujeres y niñas, las que están sometidas diariamente a esta tragedia. La labor de organizaciones como la Unión de Superioras Generales de Italia que aglutina a 627 comunidades religiosas femeninas, la Asociación Papa Juan XXIII, el Comité de Ayuda a la Dignidad de la Mujer, la Coordinación Nacional contra el tráfico de mujeres y menores, o la Fundación Esperanza suponen un espaldarazo a la denuncia de aquellas situaciones que diezman los derechos y valores fundamentales. La Fundación Esperanza surgió en Holanda, en 1993. Su finalidad se centra en asesorar, acoger y documentar a mujeres explotadas por las mafias. A través de nuestra simple mirada a determinadas avenidas y calles en la periferia de Huelva, hay mujeres que nos retan, que nos interpelan… Tenemos que tomar conciencia e implicarnos para luchar contra el tráfico ilegal de seres humanos y/o la esclavitud. 

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN