Eutopía

Deshacer el Género

Tal y como afirma, Butler, existe un pensamiento generalizado, de que la transformación social de las relaciones de género es un punto crucial del que se encarga el feminismo

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Las obras de la filósofa postestructuralista, Judith Butler, se pueden caracterizar por su grado de dificultad e importante aportación teleológica. Estos son  rasgos ineludibles en todos los ensayos que han conformado ‘Deshacer el Género’, requerido, sin duda, para tratar en profundidad el Género, el Sexo y la Sexualidad y todas las cuestiones que giran en torno a estos constructos. Su pensamiento, igualmente, nace bajo la premisa de poder deshacerse, de poder filtrarse y renovarse bajo las coordenadas del espacio y el tiempo. Tal y como afirma, Butler, existe un pensamiento generalizado, de que la transformación social de las relaciones de género es un punto crucial del que se encarga el feminismo. Pero esta transformación, debe ser acompañada de premisas políticas y sociales, de una concepción de cómo debe ser la realidad social, el mundo… Revisa conceptos utilizados en anteriores aportaciones, como las normas, pudiendo ser éstas, guiadoras, orientativas, pero también estar al servicio de las estructuras dominantes y del principio de normalización que dictaminan lo posible y aceptable de lo contrario. Las normas, no sólo pueden encasillar al género sino que además pueden, de la misma forma, encorsetar la habitabilidad de la vida. También interpela su posicionamiento respecto a la performatividad de la heterosexualidad, es decir se replantea la teoría de la diferencia sexual, para lanzar otras interpelaciones, como el significado social de lo simbólico, la figura del drag, ejemplo que ayuda a deshacer y rearticular las normas y reglas sociales. Retoma argumentos de uno de sus “maestros”, Michel Foucault, como considerar que las normas tienen poder, no sólo son una cuestión de conocimiento. Por lo tanto, es prioritario discernir sobre la funcionalidad del género en la edificación del mundo y sobre el conflicto que se instaura para respirar fuera de la estructura binaria. Aquí entra en juega, la noción de Supervivencia, donde se tiene cabida, donde la habitabilidad se expande e integra a quienes se les ha asignado su invisibilización, su no existencia… el control social, las desplaza a la categoría de lo “no humano”. Butler advierte de las consecuencias y riesgos: “Seguimos viviendo en un mundo en el que se corren graves riesgos de marginación y violencia física a causa del placer que se persigue, la fantasía que se encarna, el género que uno performa”. La autora, interconecta el establecimiento de normas y el orden social con la política (elaboración de marcos normativos verdaderamente universales para toda la ciudadanía y rechazo de las manifestaciones discriminatorias) y la cuestión del poder. Además hace una crítica al etnocentrismo político, ya que debe establecerse el conflicto y el debate: “La democracia no habla al unísono; su tono es, necesariamente, disonante”… pero deberíamos unirnos para deshacer ese género que clasifica y excluye.

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