Andalucía

'Cincuenta sombras de Grey' populariza la práctica del sado 'light' y dispara la venta de 'juguetes' en los sex-shop

Cómo el libro '50 sombras de Grey' ha influido en las costumbres sexuales de muchos gaditanos. Hablamos con una AMA profesional, sexólogos y un sex shop sobre las prácticas de sado en la capital gaditana.

Publicidad AiPublicidad Ai
  • La versión gaditana.

La película '50 sombras de Grey' llega este viernes a las pantallas de los cines y promete convertirse en un éxito de taquilla, tal y como ocurrió con la trilogía. Un largometraje que ha suscitado mucha expectación, entre otras cosas, porque sus productores llevan meses vendiéndolo.

'50 sombras de Grey' fue un éxito rotundo en todo el mundo. También en España donde se han vendido más de dos millones de libros impresos y 10.000 en versión digital. Los expertos en sexología catalogaron este fenómeno de muy positivo, a pesar de que literalmente no era la novela perfecta y tenía muchas fallas en cuanto a su argumento. Pero lo importante, es que se empezó a hablar abiertamente de sexo y la gente, especialmente las mujeres, quería y deseaba probar cosas nuevas. En definitiva: abrir el abanico sexual.

Y es que el sexo implica ciertos deseos, pero también, a veces, no tener el valor de decírselos a la pareja. La normalización de los juegos de dominación gracias a unas novelas que han leído miles de personas y en las que aparecen prácticas de este tipo, hace que muchas parejas se atrevan. Y así lo han percibido en los sex shop de la capital.

La tienda New Sensations, ubicada en la Avenida José León de Carranza da buena cuenta de ello. Según su dependiente, la popularización de este tipo de novelas ha disparado la venta de artilugios relacionados con esta práctica. “Las fustas, palmetas y floggers (látigos cortos de muchas colas) se venden mucho, aunque a menudo más por estética o atrezzo que porque realmente vayan a utilizarse”. “Fíjate como ha calado el fenómeno de 50 sombras de Grey en la sociedad gaditana que muchas parejas vienen pidiendo el kit de artículos que aparecen en libro, es más, algunos piden el kit de 50 sombras de Grey, literal”. Esos packs vienen a salir por unos 30 euros e incluyen antifaz, látigo y esposas. “Si ya nos vamos a algo más profesional el precio se eleva, porque suelen se productos caros. Por ejemplo, un látigo profesionales cuesta unos 50 euros y el pack que aparece en el libro, con calidad superior, sale por unos 90”.

Otros artículos muy vendidos para el sado son las mordazas, las pelucas y las máscaras.
El perfil de sus compradores son parejas jóvenes, en su mayoría con edades comprendidas entre los 25 y los 45 años que practican el sado en su versión light. “Parece ser que la mujer es la sumisa y el hombre el dominante, como en 50 sombras de Grey, mientras que en el ámbito profesional es al revés”.

Hombre busca AMA
Sólo hay que echar un vistazo a los anuncios de contactos que aparecen por internet para darse cuenta de que en Cádiz capital, en el ámbito profesional, hay más clientela masculina que femenina. Son muy pocas las mujeres que se anuncian para vender “sado profesional”. Viva Cádiz ha podido hablar con una de las más veteranas. A sus 50 años, lleva 25 ejerciendo esta actividad. Con acento brasileño cerrado narra que a su clientela de Cádiz le gusta mucho el sadomasoquismo. “Tengo clientes de todas las edades, desde 20 a 85 años y en general y casi todos me piden lo mismo: tacones de aguja de más de 20 centímetros, mucho maquillaje y pelucas. También les encanta el uso de vibradores, cuantos más grandes mejor”.

Cuando se le pregunta por cuánto cobra por sus servicios prefiere no contestar. Enseguida empieza a ponerse nerviosa, piensa que le estamos grabando, y cuelga el teléfono. 
Entre los anuncios también encontramos el de un hombre que busca chicas en Cádiz capital para introducirlas en este mundo. Según sus palabras, pueden ganar hasta 5.000 euros al mes.

Con control, puede ser una manera de reactivar el deseo

El sadomasoquismo sexual es una práctica que utiliza el dolor y la dominación con métodos para conseguir placer. No obstante, hay que diferenciar entre el “sado” y el BDSM, un acrónimo resultado de las siglas B (Bondage, que se traduce como ‘ataduras’) D(Disciplina); D(dominación-Sumisión) y S (Sadomasoquismo). Este término se acuñó a partir de mediados de siglo XX en EE.UU con la intención de englobar todas las tendencias (o por lo menos las mayoritarias) que se practican bajo el término “sadomasoquismo”.

Los sexólogos consultados por este periódico coinciden en que siempre y cuando se reconozcan los límites de estas prácticas, no tiene nada de malo experimentar el dolor. Hasta las consultas de estos profesionales llegan pocas parejas de gaditanos interesados por estas técnicas porque como ellos mismos reconocen, las que deciden acudir a un especialista es porque presentan algún tipo de disfunción en la cama, ya sea eyaculación precoz, vaginismo, anorgamia o falta de deseo, por ejemplo.

La sexóloga María de la Luz Rodríguez Camacho, tiene su consulta en la calle Hibiscos. Esta especialista asegura que la práctica de técnicas sadomasoquistas deben ser acordadas y consensuadas por la pareja para que puedan generar placer a partir del dolor. “Debe conocerse de antemano si la pareja va a incorporar juguetes sexuales o si va a integrar más personas en la ejecución para establecer claramente los límites. Lo importante es que las partes implicadas tengan claro lo que van a hacer y cuáles son los límites”.

Cuándo parar
Una buena idea es acordar un código, un gesto o palabra clave, que explícitamente advierta cuando detenerse. Este acuerdo no puede ser quebrantado.

La sexóloga insistió en que el sado no es una patología siempre que no se convierta en algo incontrolable que interfiera en otros aspectos de la vida.

Cuando el sadomasoquismo no es placentero, puede transformarse en un acto muy violento, causando daños en la salud física y emocional de quien lo practica. Cuando se necesita el sadomasoquismo a toda costa, o se advierte malestar, dolor extremo e insoportable, es preciso detenerse y, en la medida de lo posible, buscar ayuda.

Evidentemente, hay cura para los casos en los que se convierte en una enfermedad. “En esos extremos habría que ver de dónde viene ese deseo para reconducirlo y, en último término, habría que recurrir a la ayuda de fármacos”, explica María de la Luz Rodríguez.

En la mayoría de las ocasiones se utilizan antidepresivos porque tienen una función que aumenta los niveles de dopamina. Esto hace que los comportamientos compulsivos se frenen. “El sadomasoquista tiene que dar el primer paso y reconocer que la fuerza de su adicción a estas prácticas está dominando su vida. Una vez que el paciente quiere y está convencido de hacerlo, como ocuerre con otras adicciones, la ayuda está servida en la consulta, concluye Rodríguez.

Aunque afortunadamente no son muchos, esta sexóloga ha tenido pacientes que han necesitado ayuda. “En su mayoría son hombres que han realizado estas prácticas con una profesional a espaldas de su mujer. La esposa se termina enterando y es cuando suelen recurrir a nosotros. En estos casos los hombres suelen ser sumisos y buscan una pareja que les domine. Son personas que cuando llegan al especialista han gastado verdaderas fortunas en estas prácticas que casi siempre van acompañadas por el consumo de estupefacientes”, indicó la especialista.

El sadomasoquismo, por lo general, exige un ambiente especial o un espacio determinado para poder ejecutar el acto. Muchas personas incluyen temáticas para así imaginarse un ambiente de circo, de escuela, de hospital, entre otros. Esto queda a la imaginación de la pareja. El llamado sadomasoquismo ligero o light puede comenzar con nalgadas, tirones de cabello o “lenguaje sucio” en pleno acto sexual y progresivamente puede incluir el uso de látigos, esposas, cueros o lencería.

Gonzalo Vázquez Calvo, sexólogo de la Consulta Cepsys, en la Avenida Cayetano del Toro, indicó que estas prácticas ligeras pueden llegar incluso a ser recomendadas para parejas que necesiten recuperar el deseo. “Es una manera de innovar en la cama, de romper con la costumbre o con lo que suelen hacer. Muchas veces introducir cosas nuevas ayuda a enriquecer el plano sexual de la pareja”.
Ambos profesionales coinciden en que novelas como 50 sombras de Grey contribuyen a que las parejas descubran nuevas formas de abordar las relaciones sexuales. Con el tiempo y la llegada de historias como éstas, muchas parejas se han atrevido a combatir la rutina de su vida sexual con nuevas formas de avivar la pasión. Aunque eso sí, los dos indican que en 50 sombras de Grey no es oro todo lo que reluce. El libro ayuda a que se pueda comprar literatura erótica más abiertamente y que no se vea como algo tabú, sucio, feo y perverso.

Perfiles
No se puede hablar claramente de un perfil. Sí que es cierto que la sexualidad, en este tipo de conductas extravagantes, cumple una función de compensación. Cuando una persona tiene que tomar decisiones en su día a día y llevar las riendas, pasa a ser sumiso en el terreno sexual. De esta forma, descargan la responsabilidad, no son juzgados y se dejan llevar.

Al otro lado está quien en su vida normal se siente frustrado y no tiene un cargo donde ejercer la dominación. Esa persona desea tener un poder de control y lo saca a relucir en su vida íntima. Estas personas se muestran débiles en el trabajo, pero en el ámbito sexual sí pueden ser los amos y eso les resulta placentero, según los especialistas consultados.

El Marqués de Sade (de donde viene la palabrada ‘Sado’)escribió hace dos siglos que “si la naturaleza o Dios nos ha dado esas inclinaciones, si en esas prácticas encontramos el placer y la satisfacción, en eso, en exacerbar y multiplicar esa inclinación, consiste nuestra virtud. ¡Ser uno mismo!”. Una afirmación que tres siglos más tarde continúa siendo cuestionada, especialmente en el ámbito público, a pesar de que las últimas tendencias, con Grey y Steele a la cabeza, invitan a pensar que algo está cambiando en nuestra mirada del sado.
 

 

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN