Cepsa ambiciona dar un paso de gigante en su apuesta en Andalucía, comunidad en la que concentra dos de sus tres refinerías en España (la tercera está en Tenerife) y donde es ya uno de los pilares industriales clave. Apenas un lustro después de ejecutar una de las mayores inversiones empresariales de la historia de la comunidad, por 1.100 millones en la refinería de Huelva para aumentar la producción de diésel, está ya avanzando a buen ritmo para concretar otra del mismo nivel: 1.000 millones de euros para el denominado Proyecto Fondo de Barril en la refinería de Gibraltar-San Roque.
Así lo desvela en una entrevista con Información el director de la instalación gaditana desde hace algo menos de un año, Miguel Pérez de la Blanca. “Para ello necesitamos un apoyo institucional total y que se mantenga la paz social en la empresa. Y que todos los otros proyectos de eficiencia y mejora de costes que estamos desarrollando se culminen satisfactoriamente”.
“El del Fondo de Barril es un proyecto esencial para que la refinería tenga futuro. En Europa se cierran refinerías porque en un mercado tan globalizado como este, ni siquiera siendo tan grande como es esta refinería estás a salvo. Hay quien dice que los refineros funcionamos como un trasatlántico, en sentido positivo, pero hay muchos retos. Rusia, que está inundando de diésel Europa tras cumplir los parámetros de desulfuración, o las megarrefinerías de Oriente Medio que se hacen para exportar”, argumenta el director.
La clave en este momento, para sacar adelante el proyecto y que el accionista único de Cepsa, el grupo Ipic de Abu Dhabi, apueste por esa macroinversión, está en los citados proyectos previos para ganar eficiencia. “En el plan de optimización puesto en marcha en 2012 y que termina en 2017 vamos a conseguir elevar el margen del refino en 1,5 dólares por barril con proyectos por valor de 160 millones. En el programa 2015-2020, ya tenemos cuantificados alrededor de 150 millones más para ganar otros 1,5 dólares de margen”. ¿Cuáles son esos proyectos clave, base para aprobar la macroinversión de mil millones? De la Blanca señala especialmente cuatro.
Nuevo combustible
Dos de ellos consisten en modificar los procesos productivos para, primero, elevar el grado de conversión del petróleo en los distintos productos que fabrica San Roque; y, segundo, para producir más volumen de componentes utilizados en la mezcla de gasolinas, aprovechando al tiempo materias primas sobrantes de la refinería de Huelva (como el gas butano). Ambos suman 60 millones. “Las refinerías del grupo funcionaban de manera muy independiente y ahora estamos aumentando la coordinación de toda la cadena de valor coordinados desde Madrid”, explica el directivo.
Además, se va a construir una planta piloto por 3 millones, en alianza con el gigante de la logística marina danés Maersk, para desarrollar un nuevo combustible para barcos más barato de producir y de transportar. También se destinan 9 millones a mejorar las instalaciones logísticas y poder exportar más volumen de gasoil.
De la Blanca alaba el compromiso de la plantilla de San Roque -1.500 empleados directos, incluida la planta de PET de Guadarranque recién vendida al grupo asiático Indorama- y destaca también la buena relación con el ayuntamiento de la localidad. De hecho, ya está acordado con el consistorio el terreno donde se instalaría el hidrocracker que es la base del proyecto Fondo de Barril. “La Junta andaluza también conoce nuestra apuesta y la relación es estupenda”, ratifica.
Hidrocracker
Miguel Pérez de la Blanca es muy prudente, pero ambicioso al tiempo, a la hora de hablar del macroproyecto en que se trabaja. “Huelva tuvo su hidrocracker, este es el momento del nuestro”, señala con optimismo. Actualmente, de los 11,4 millones de barriles de petróleo que procesa San Roque al año, el fuel representa el 23% de lo que se genera. El denominado técnicamente hidrocracker de residuos permitirá aprovechar mejor ese sobrante (fuel), sacarle aún más jugo, mediante un refinado al vacío y otros procesos adicionales. Con ello, si el diésel representa ahora un 40% de toda la producción de San Roque, ese porcentaje pasaría a ser del entorno de 55% si se pone en marcha el proyecto. Por otro lado, el director señala que la venta de la planta de PET de Cepsa a Indorama garantiza el futuro de sus 240 empleados.
De la Blanca, ingeniero granadino nacido en 1963, se puso al frente de la refinería Gibraltar-San Roque en febrero. Empezó su carrera en Cepsa en esta misma instalación en 1989, donde permaneció hasta 2004. En ese año fue trasladado a los campos de exploración petrolífera de Cepsa en Argelia, donde permaneció dos años, y a una planta de Cepsa Química en Montreal (Canadá), otros cinco años.
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