En román paladino

Pavor

Que dos partidos de izquierda, de distinta procedencia, origen, trayectoria y proceder, se reúnan para acordar estrategias conjuntas es lo normal

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No parece lo más conveniente que rija la vida política el pavor, el temor ni el terror. Terror vemos en Afganistán o Siria, temor en China o Venezuela y pavor se siente en todos los países nombrados, en muchos más , y en España -según las crónicas de algunos periódicos - cada vez que se reúnen el PSOE y Podemos y, más concretamente, cuando lo hacen Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Se produce lo que en su campo, la literatura , denominaba Javier Marías sospechosas unanimidades: “En España siempre comete sacrilegio quien disiente de la Guardia de las Esencias y los Lugares Comunes de cada época; quien lleva la contraria, quien expresa una opinión disonante del absolutismo biempensante”. Que hay mucha prensa cocinada con perejil no es ningún descubrimiento. Se ha visto en las primarias de Podemos y en las del PSOE. Sintomática unanimidad - Javier Marías mediante- fue que en ambas ocasiones los candidatos vencedores eran los perdedores cantados de los citados medios.  

Que dos partidos de izquierda, de distinta procedencia, origen, trayectoria y proceder, se reúnan para acordar estrategias conjuntas es lo normal. Lo anormal e impropio es no hacerlo, como sucedió en la primera - y frustrante - legislatura de Podemos en el Congreso que llevó a la repetición de las elecciones y  que  explica el contrapunto de  ahora. Pasar de no quererse a quererse tanto y con tanta pasión también mosquea. Pero con el actual reparto de votos en bloques electorales no llegará al poder el PSOE sin el concurso de Podemos porque la autopista de la derecha ya se la asfalta al PP Ciudadanos. Así están las cosas hoy, mañana se verá.

Dos desencuentros marcaron, sin embargo, la reunión que tanto escandaliza, la moción de censura y Cataluña. Dos temas demasiado centrales para lanzar las campanas al vuelo sobre un acuerdo que siempre será complicado porque compiten ambas fuerzas políticas por espacios políticos similares, aunque no iguales, aunque los dos partidos se reclamen de la izquierda. Hay zonas amplias que se sobreponen pero también espacios diferenciados, de larga trayectoria- socialismo y comunismo / socialdemocracia y nueva izquierda-.

Lo evidente es que Rajoy no hará presidente a Sánchez ni Rivera a Iglesias con lo que la ecuación vuelve a la casilla de salida. Hasta Felipe Gonzalez ha dicho que está bien que todo el mundo hable con todo el mundo. Pues que hablen.  

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