En román paladino

Ya basta

El mundo del terror ha cambiado. Ahora hay una franquicia terrorista

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Así se despachó la Primera Ministra británica, Theresa  May, el día después de los horribles atentados de Londres. “Ya basta, la sociedad británica es demasiado tolerante con quienes cometen estas atrocidades, y ello ha de cambiar”, dijo May, y empezó a politizarse el tema de los atentados.  Naturalmente la sociedad, y el Partido Laborista especialmente, no se lo permitieron  por la sencilla razón de que  los conservadores llevan gobernando en el Reino Unido desde 2010 y  ella ha sido durante los años de gobierno del dimitido Cameron –por el fracaso en el referéndum del Brexit- ni más ni menos que ministra del Interior.
Estábamos acostumbrados a las organizaciones terroristas. El mundo del terror ha cambiado. Ahora hay una franquicia terrorista, con comandos autónomos  o lobos solitarios que comenten los llamados actos terroristas  “low cost”  -a precio de saldo- con el simple alquiler o robo de un vehículo, y la central terrorista, el Estado Islámico, se lo adjudica desde la distancia. Responsabilizar  a la oposición o al que pasaba por allí no ha colado en la opinión pública. Hay que adaptarse.
En España tenemos una pésima experiencia de la politización del terrorismo en época electoral.  Sucedió –como en Gran Bretaña- los días previos de una convocatoria electoral con los tremendos atentados de los trenes de Atocha de 2004. Quedó muy mal sabor de boca del intento de adjudicar a ETA, algo que era evidente que se apartaba del “modus operandi” de la banda armada, que, por otra parte, también negó su autoría. Cuando el gobierno de Aznar se empecinó en el error y hasta llevó el Consejo de Seguridad de la ONU  una condena a ETA, el vaso de la credibilidad del gobierno rebosó  y fue el regalo que Aznar, como presidente, y Acebes, como ministro del Interior, hicieron a Zapatero para que ganara finalmente las elecciones.
La última encuesta de ayer de la empresa YouGov da un  apretado resultado. El Partido Conservador está en el 42%, con entre  265 y 342  escaños y el Partido Laborista con el 38%, con entre  230 y 300 asientos en el parlamento. Según esta previsión todos los escenarios políticos son posibles, cuando hace un mes la distancia era rayana a los veinte puntos a favor de los conservadores. Un cambio radical de situación que se verá en qué queda en las elecciones de mañana jueves.  

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