En román paladino

Estado de sitio

La derrota y el fracaso señalan –si se sabe aprender y se está dispuesto a ello- el camino de una victoria o un renacimiento futuro, al menos

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No muy distinta es la situación en la que se encuentra la política andaluza tras la derrota sin paliativos de Susana Díaz.  En Estado de Sitio Albert Camus describe una ciudad tan real como inventada, llamada Cádiz, y sometida al viejo régimen y sus rigideces. “Pueblo de Cádiz, -dice el Gobernador- comprenderéis, estoy seguro, que todo ha cambiado ahora. Por vuestro interés es tal vez conveniente que yo deje esta ciudad a la nueva potencia que acaba de manifestarse”.  Es lo que tocaría en una verdadera política democrática de asunción de responsabilidades. No ha sido poca la de la presidenta en lo acontecido en la crisis del PSOE.

La derrota enseña. La derrota y el fracaso señalan  –si se sabe aprender y se está dispuesto a ello- el camino  de una victoria o un renacimiento futuro, al menos. “A quién le vas a enseñar a ganar?...Hay que enseñar a perder: con altura, con elegancia, con convicción” dice Juan Sasturain. Pues faltó altura, elegancia y convicción en la intervención de  la presidenta de la Junta de Andalucía en la sede de Ferraz. Hay en ello una extraña e infrecuente unanimidad. No así en la Patxi López que hizo un noble ejercicio de mano tendida desde su escaso pero valioso -y casi inesperado- diez por ciento. La primera condición para reconducir las cosas es conocer y reconocer los hechos. Éstos son tozudos y muy crueles con el PSOE de Andalucía. Ha ganado en Andalucía, pero sólo en Andalucía y con el dato más terrible y menos estético- sin entrar en la ética-, con menos votos que avales, lo que hace verosímil la acusación del empleo a fondo del aparato socialista en la captación de los mismos.

No hay propósito de enmienda. Van a decidir correr deprisa deprisa,  después de meses de gestora lenta, y han decidido, sin consultar al nuevo secretario general recién elegido, convocar aceleradamente el congreso regional para  preparar una nueva batalla desde Andalucía. No se puede sino pensar en dos citas célebres, en este artículo más literario que político, para saber que se quiere guerra y de sus consecuencias para el PSOE.

La primera es de Abraham Lincoln : “Una casa dividida contra sí misma no se mantiene en pie”.
La segunda sigue con Camus: "¡Abrid las puertas, que el viento y la sal vienen a limpiar esta ciudad!"

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