En román paladino

El testigo

Han querido evitarle el trance pero por dos votos a uno del tribunal Rajoy contestará a las preguntas que se le formulen

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Rajoy será testigo. Pero Rajoy no sólo fue testigo. Los papeles de Bárcenas, la contabilidad en B del partido en Madrid, el más que demostrado reguero de corrupción  en Valencia y las ramificaciones estructurales de la Gürtel dejan un reguero que nunca ha alcanzado al  presidente del Partido Popular. Una trayectoria que arranca en 1990 como vicesecretario general, continúa en 2003 como secretario general y como presidente desde 2004.

¿Hasta donde llega su responsabilidad política? Rajoy no fue informado, no se enteró de nada o no supo nada desde todos los cargos que ostentó. Esa es su versión. Nunca fue responsable de nada. A pesar de sus altísimos cargos  en el partido siempre ha eludido la asunción de ninguna responsabilidad, ha esquivado todos los proyectiles, se ha sentido ofendido cuando ha sido implicado en el conocimiento de los hechos y sólo el famoso  mensaje a Bárcenas –“Luis, sé fuerte”- le hizo acudir a una sesión extraordinaria en el Senado para dar cuenta. Emitió el  mensaje sabiendo que tenía más de cuarenta millones evadidos  en Suiza.  

Ha aguantado la presidencia del Gobierno en funciones durante casi un año -315 días exactamente- y todo apunta a que esta convocatoria judicial no hará mella personal ni política en él. El PP, además,  le respaldará.  La vergüenza irá  por otros barrios. Los miembros del PSOE   que descabalgaron a su  secretario general  para que Mariano Rajoy fuera presidente no estarán hoy muy satisfechos de su actuación política. Es la primera vez que un presidente del gobierno, en activo, es llamado a declarar y no es por cosa menor.  Es por la corrupción estructural en su partido, que se financió en b largos años, concurrió dopado a una serie de elecciones y además tiene a todos sus tesoreros millonarios y con cuentas en Suiza e imputados. No es una nimiedad. Todo eso se votó votando a su persona.

Las obedientes fiscalías anticorrupción ¿anti qué?  y la abogacía del Estado ¿del Estado o del PP? Han querido evitarle el trance  pero por dos votos a uno  del tribunal Rajoy contestará a las preguntas que se le formulen,  con la obligación de decir la verdad, como testigo. Es un ejercicio peligroso. Los hechos pasaron hace algún tiempo pero las presuntas  mentiras  al tribunal –si se produjeran- serían muy cercanas y conllevan responsabilidades penales.

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