Se hicieron famosas en el referéndum catalán. Han tenido consecuencias penales y administrativas porque se ha investigado quién las encargó, quién las ordenó poner, quién las pagó, etc. Las urnas de cartón son tan poco consistentes como las máquinas de contar votos de Florida que le costaron la presidencia de los USA a Al Gore. Ganó por medio millón de votos y no fue presidente , aunque peor ha sido lo de Hillary que ha ganado por casi tres millones. De los ganadores, mejor no hablar. Bush fue un mal presidente pero será un santo comparado con Trump.
Las urnas de cartón se usaron para votar en el pseudo referéndum, en el bucle interminable de la separación de España de los independentistas catalanes. Pero, como todo lo malo es suceptible de empeorar, vamos a ver más urnas de cartón. El Gobierno de la Generalitat de Cataluña amenaza con ponerlas para otro referéndum unilateral porque sobre la independencia ningún gobierno de España lo aprobaría. Distinto sería que se planteara un nuevo acuerdo- en forma nuevo Estatuto- pero ello hoy no parece probable. Y ahí seguimos. Rajoy de presidente y el proceso independentista devorando a sus hijos.
El PSOE también los devora. Ayer desvelaba un periódico madrileño que los barones le pusieron a Pedro Sanchez tantas líneas rojas -ni pactos con el PP, ni nuevas elecciones, ni con populistas, ni con independentistas- para que se estrellara, objetivo que finalmente consiguieron , aunque a la desesperada y mucho ruido, pero diez meses más tarde. Curioso partido que pone en valor lo que consigue en la oposición y que impide que ellos mismos gobiernen. Freud, Jung, Adler y demás padres de las distintas formas de psicoanálisis hubieran disfrutado teniendo como clientes a esas lumbreras de barones.
Ahora preparan nuevas urnas de cartón en Cataluña. Como es probable que no dejen votar a los socialistas catalanes en las elecciones primarias a secretario general del PSOE ya están comprando las urnas de cartón para votar en las sedes, aunque no los dejen. Una iniciativa que pondrá en cuestión al que gane porque cuando se recuenten los votos de las urnas de cartón catalanas el resultado podrá variar y la legitimidad del elegido será tan efímera como debe ser para todo aquel que quiere llegar con trampas y atajos. Los independentistas tendrán sus días de gloria y serán ellos esta vez los que griten !España se rompe!
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