En román paladino

Sin 500

El billete de 500 estuvo siempre ligado al dinero negro

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Nos vamos a hacer un lío. ¡Qué difícil se nos va a hacer el prescindir de los billetes de 500 euros! No vamos a poder vivir sin los llamados Bin Laden. Nadie los veía y nadie los encontraba y ahora se sabe que efectivamente el 56% de los europeos nunca ha visto ninguno de esos billetes. Pero haberlos, haylos.   El Banco Central Europeo ha decidido  que los billetes de 500 euros "seguirán siendo de curso legal y, por tanto, pueden seguir utilizándose como medio de pago". Los billetes ya en circulación seguirán conservando su valor y "pueden ser intercambiados en los bancos centrales de la zona euro durante un periodo de tiempo ilimitado". Es decir, continuará habiendo billetes de 500 euros, seguirán indefinidamente teniendo su valor pero se irán haciendo viejos y no serán sustituidos por billetes nuevos.
Los billetes de quinientos se habían convertido  en una especie de lingotes de oro o en una bolsa de diamantes porque facilita  la conservación de mucha riqueza en poco espacio y con un valor universalmente reconocido en la segunda divisa más importante del mundo,  tras el dólar.  Y a buen recaudo. Es la razón fundamental por la que se quitan de en medio. Era el modo habitual de pago entre las bandas y organizaciones criminales.
Es difícil encontrar en el mundo un billete más potente salvo el de  1.000 francos suizos (1.020 dólares) y el de 10.000 dólares de Singapur (7.221 dólares americanos) porque el billete de dólar superior es el de 100 dólares y el de libra esterlina es  de 50. Fue quizá una extravagancia demasiado arriesgada del naciente Banco Central Europeo en el momento naciente de la nueva moneda europea. La  suerte  del billete de 500 estuvo ligada desde sus inicios a las operaciones especulativas, al dinero negro, al crimen organizado de la droga, la trata de personas y otras lindezas que se sustraen del control de la hacienda pública.  Ahora los técnicos de hacienda alertan de que al no fijarse una fecha de entrega de los billetes "se facilitará a quienes los detentan que eviten las responsabilidades penales y tributarias", porque los podrán seguir teniendo y sus delitos podrán ir prescribiendo. Los ricos y los criminales también lloran. Esta vez de alegría.    

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