En román paladino

Mali, malo ¿Quién miente?

De declaración del Gobierno a ocurrencia de Margallo en 24 horas

Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai

El bocazas del gobierno ha sido Margallo desde el primer momento. Un exabrupto en forma de “¡Gibraltar español!” le resopló a sus compañeros eurodiputados ingleses cuando Mariano Rajoy lo llamó por teléfono para comunicarle su nombramiento. Muy pretendidamente patriota pero muy poco diplomático para quién está en puertas de encabezar la diplomacia de un país muy importante en la esfera internacional como el nuestro. Por puro revanchismo ha retirado la única representación oficial española en el Peñón –donde tuvo Consulado General –como bien sabe Romero Bartomeus- desde 1716 hasta 1954.
No se trata de hacer un recuento, pero en la cuestión catalana –como han repetido hasta los necios y los estólidos- el ministro que no tenía que haber pronunciado palabra era justamente el ministro de Asuntos Exteriores. Cada día una declaración,  cada semana unas metedura de pata, cada mes un encontronazo parlamentario y cuando llegó la campaña un debate en tv con el líder independentista Oriol Junqueras. Hace un mes el ministro Montoro puso blanco sobre negro en  El Mundo lo que pensaban los miembros del gabinete sobre él: “Margallo es un hombre muy inteligente, pero los demás no somos del todo estúpidos... uno tiene que saber revisar sus ideas con el tiempo porque, si no, es rehén de su propia arrogancia intelectual”. Dicho quedó.
Ahora, ha tenido su puesta de largo gloriosa con los atentados terroristas y la respuesta europea a los mismos.  “España puede suplir los esfuerzos que está haciendo Francia en Malí y en Centroáfrica para que ellos liberen soldados y sobre todo material y que lo manden a Siria y lo cubriríamos nosotros. Les hemos dicho a los franceses: estamos en disponibilidad de ayudarles en lo que ustedes nos pidan y en la medida que sea posible. España va a combatir el terror en primera línea y con los medios que sean necesarios…”.  Lo dijo Margallo y en 24 horas se produjo el ominoso atentado en Mali. El Presidente y la Vicepresidenta  pusieron el grito en el cielo y ya lo que era una declaración  del gobierno se convirtió en una ocurrencia del jefe de la No Diplomacia española. De pena.   

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN