Una antigua ministra portuguesa acaba de lanzar una joya literaria de las que se han oído varias en España tras las elecciones municipales y autonómicas en relación con el gobierno de la lista más votada, aunque sin disponer de la mayoría suficiente para mantenerse en el poder. La iluminada ministra dijo: “El posible Gobierno de izquierdas entre socialistas, comunistas y Bloco de Esquerda es un golpe de Estado”. En Portugal el grupo ganador de las elecciones ha sido una coalición de derechas pero la izquierda tiene mayoría en el parlamento portugués. Así que puede pasar lo que acuerden o desacuerden los partidos de la izquierda, dado que las negociaciones del Partido Socialista con la derecha gobernante, a la que felicitó la noche electoral, se han roto.
¿Les suena esta historia? Sucedió de manera parecida la noche del 25 de marzo de 2012-. Arenas, candidato del Partido Popular en las elecciones autonómicas -que ya había repartido su gobierno entre sus colaboradores- ganó las elecciones pero, a pesar de su victoria en votos y escaños, no había conseguido la mayoría absoluta y no tenía con quién pactar para lograrla. Fruto de aquellos resultados Griñán fue presidente de la Junta y Susana Díaz consejera de la Presidencia, hasta que José Antonio Griñán dimitió el 27 de agosto de 2013 en que la actual presidenta le sucede gobernando igualmente con Izquierda Unida. No fue un golpe de Estado, sino una actuación legítima en un parlamento legal. Sólo eso.
Y ahora ¿Qué? Todo apunta a un reparto electoral difícil y que – gane quien gane las elecciones- tendrá que vestirse de Isadora Duncan para lograr con sus contorneos seducir a otros para conseguir la Presidencia del Gobierno. Siendo así llama la atención que muchos quieran poner el parche antes de que se conozcan los resultados. No tienen legitimad para hacerlo evidentemente los que han gobernado no habiendo ganado las elecciones, como acabo de relatar. ¿A qué vienen ahora esas advertencias? La noche electoral va a ser larga. Puede durar tiempo y los pactos para regenerar la democracia española y modernizar su economía serán los que se impongan y los que pretendan ello se harán finalmente con el control del ejecutivo. O deberían.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es
