Qué fue de los discursos de “Aquí está la Constitución”? No he visto una Constitución más papel mojado que la nuestra. Cada día, a cada exigencia , a cada reto, a cada desafío se le decía al presidente de la Generaltat por el Gobierno que “Ahi está la Constitución”. Ahora resulta que la Constitución es un poema, peor, un un conjunto de versos escolares sin más valor que el recitado para ingenuos. Confieso que creo en el Estado Constitucional. Pero el poder no ha creído en él. La última reforma expres del Tribunal Constitucional lo demuestra. La elección de un Presidente de ese Tribunal que engañó al Congreso ocultando que era del PP ya lo adelantó palmariamente. Había dos vías en este reiterado contencioso. La negociación política o la confrontación. El Gobierno optó siempre por la segunda. El presidente de la Generalitat también. Así la vía de la negociación y o el acuerdo más o menos razonable resultaba imposible. El inmovilismo ha ganado la partida en los dos frentes y los defensores de la transacción, del arreglo, se han quedado con el pie cambiado y cortos de votos. Los sondeos de todas las agencias demoscópicas y la oficial del CIS dan la victoria a la amalgama del soberanismo. En el paquete están los republicanos de toda la vida , los antiguos convergentes, los deseosos de una ruptura con el llamado régimen del 78, con Europa y el euro de la CUP y esa extraña mayoría lleva a un presidente emboscado en una lista donde se sitúa en cuarto lugar para no explicar su gestión y deseando “un corte de mangas y una butifarra “ -literalmente- a los líderes de los partidos de ámbito nacional español- elegancia de quien se ha puesto la Constitución y el Estatuto por montera-. El 27 sabremos el resultado de verdad. En cualquier caso, el 28 no va a ser el día más feliz de nuestra vida política. Ahora los árbitros no están en el Congreso -como en el desafío de Ibarretxe- sino en el extranjero. Obama, Merkel, Hollande, Cameron y hasta Santos de Colombia nos quieren ayudar. Se agradece, pero es la mayor muestra de la quiebra de nuestro modelo constitucional. La debilidad del gobierno español es patente si necesita esas ayudas. Yo creía en el Libro. En la Constitución.
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