En román paladino

¿Por qué no te callas?

La primera impresión que produce es que los que van dando hostias a diestro y siniestro, sin ningún miramiento, tienen la mano de dar las bofetadas de hierro y la mandíbula de recibirlas de cristal fino de Bohemia

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El “Tú, a lo tuyo” o “Tú, a lo que sabes” que uno de los líderes de Podemos le ha arreado al cantautor Joaquín Sabina y el  “Tú quién eres para dar estatutos de limpieza de sangre ideológica” dirigidos al actor Willy Toledo ha provocado una riada de reacciones a favor y en contra de los unos y de los otros.
La primera impresión que produce es que los que van dando hostias a diestro y siniestro, sin ningún miramiento y metiendo en el mismo saco a cualquiera que ocupe o haya ocupado un cargo político –independientemente de  su trayectoria-, tienen la mano de dar  las bofetadas de hierro y la mandíbula de recibirlas de cristal fino de Bohemia. Su reacción ha sonado a la devolución del  impresentable ¿Por qué no te callas?
Las críticas de Sabina habían sido livianas y dichas casi de puntillas: “Podemos muestra un lenguaje parecido al discurso marxista de principios del siglo XX, por lo que les recomiendo reciclarse un poco y adaptarse al siglo XXI”. Las de Guillermo Toledo,  más duras: “Podemos tiene un discurso vacío de contenido e ideología y  no es ni de izquierdas ni de derechas. Ciudadanos, casta… El comité organizador del congreso amañado. El puesto de Iglesias blindado. El triunvirato que todo lo sabe y todo lo decide. El nulo poder y efectividad de los Círculos. Mucho anticomunista. Mucho arribista”.
Livianas o duras no son nada para las que ellos hacen a los demás.  Muchas con razón, otras sin ella. Las luchas por el poder,  los aciertos y las equivocaciones habitan en todas partes.  Hasta el Papado  ha pedido perdón por  haber apoyado dictaduras y callado los abusos de pederastia. La democracia es un sistema abierto por definición. Estar en política comporta someterse a la crítica forzosamente. Desde que se hace un partido para concurrir a las elecciones, conseguir representantes y  cobrar del erario público se está en el sistema.  ¿Con qué finalidad? Depende de cada quién. Para que no se mueva nada, para destruirlo todo,  para transformar lo necesario… ¡Allá cada uno con los electores! Pero  se entra en la rueda de programa, candidatos, campaña… Es el peaje de participar en  política. Aunque se diga que es  para hacer otra política Los buenos y los malos, los santos y los pecadores se reparten por igual por países, por partidos y por profesiones Los puros, en La Habana y las castas, en la India.  ¡Bienvenidos, pero sin susceptibilidades!

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