¿Transfugismo?

Leía hace unas horas un artículo titulado ‘El transfuguismo hipster’, que venía a decir que ahora lo verdaderamente moderno es ser tránsfuga. El término, que en Ronda tuvo durante los últimos tiempos una connotación absolutamente peyorativa, se ha vinculado en esta modernidad voraz y de vértigo a qu

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Leía hace unas horas un artículo titulado ‘El transfuguismo hipster’, que venía a decir que ahora lo verdaderamente moderno es ser tránsfuga. El término, que en Ronda tuvo durante los últimos tiempos una connotación absolutamente peyorativa, se ha vinculado en esta modernidad voraz y de vértigo a quienes se han convertido en héroes mediante el cambio de chaqueta de toda la vida.

Bien es cierto que el transfuguismo, en su estricto sentido, responde al fraude electoral de quienes, presentándose a unas elecciones con un color político, acaban separándose de sus compañeros o siglas. Y es por ello, porque ciertamente el término es demasiado grueso para responder a la realidad de algunos de los nombres reaparecidos en nuevos partidos, que sería injusto emplear la palabra para definir la realidad a que nos enfrentamos. Tan injusto como que aquellos que hasta hace dos días militaron en un partido político quieren parecer nuevos.

Solución: adaptar el discurso a la realidad. No tomar la bandera de la renovación cuando la novedad no afecta a todos los niveles de cualquier formación o movimiento político. O sencillamente comentar las situaciones abiertamente: “Pertenecía al Partido X y me paso al Partido Y porque no me gusta cómo se hacen las cosas en el X”.

Pero acudimos a las viejas fórmulas; a los comunicados sin explicaciones de nadie; al silencio y al secretismo; a las maniobras de evidentes connotaciones personalistas, con casos tan inverosímiles como los de aquellos nombres que hace unos meses estaban en un nuevo partido y meses después están en otro.

¿No harían falta acaso algunas explicaciones?

Nota al margen. Respecto a los partidos de siempre. Faltó alguna sorpresa en la lista del PP. La lista anunciada demuestra o que no hay renovación o que no hay agallas para decir a algún compañero que hacen falta nuevos nombres. Ni lo uno ni lo otro deja en buen lugar a la candidata.

Programas. Y me permito el lujo de repetir el titular que he firmado en la página 3: ‘Parole, parole’. Algún partido debería hacérselo mirar antes de presentar según qué propuestas. Algunos anuncios sencillamente tienen mal gusto. Y no entraré en honduras porque bastante se está cociendo ya en determinados mentideros rondeños. Ancha es Castilla. Yo me tiro al monte. Y lo que ustedes más quieran.

Cuatro semanas que quedan.

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