A veces puede dar la sensación de que las cosas no paran de ir a peor, pero se puede tratar de una cuestión de percepción o depender del punto de vista. Depende de a quien preguntemos, nos responderá de una manera diferente. Si preguntamos sobre la crisis a un Ministro del Gobierno, nos dirá que la economía ha crecido un 0,6% y los macro indicadores muestran un tendencia positiva en las perspectivas de crecimiento como consecuencia de las políticas de reformas, pero si preguntamos en una cafetería de nuestro barrio a algún amigo, es posible que nos diga “que es más pobre y que se caga en….” (nos lo podemos imaginar).
Con fondos europeos, hace unos días empezaron en la Alameda de Capuchinos (ahora llamada 'Parque de la Alameda presidente Adolfo Suárez'), una de las pocas actuaciones prometidas por el Gobierno del PP que se han iniciado, lo que desde el punto de vista de los vecinos de la zona, como nuestro Alcalde, debería de ser una buena noticia para los usuarios y para la empresa que facturará 2.084.000 € en 7 meses, pero unos días más tarde, las máquinas se retiraron de la obra ante la desconfianza en los pagos, lo que desde el punto de vista de la ciudadanía es una muestra de la falta de confianza de las empresas. Por cierto, una obra que está previsto que finalice pocas semanas antes de las próximas elecciones municipales el 24 de mayo de 2015.
También es llamativo que ante casos de corrupción de políticos, pueda haber quienes justifiquen o muestren tolerancia. Que un grupo de militantes del PP inicie la recogida de firmas para solicitar el indulto para el ex Presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, o que algún diputado del PP se muestre comprensivo con los delitos por los que ha entrado en prisión el ex Ministro con Aznar, Jaume Matas, contrasta con la exigencia de depuración de responsabilidades políticas y penales en casos de corrupción, que los votantes de izquierda exigen a quienes ostentan responsabilidades públicas.
Pero lo que está claro, es que la muerte de decenas de niños y niñas y cientos de civiles por las bombas del ejército de Israel en Gaza, es un genocidio y una masacre a la población civil, aunque algunos lo quieran justificar y aunque otros no hagan lo suficiente para detener la lluvia de bombas sobre la población civil. La violencia no es la solución a los problemas. Un acto de genocidio similar al ocurrido en nuestra ciudad hace 87 años, cuando la Legión Cóndor que apoyaba el golpe de estado de Franco contra el Gobierno democrático de la II República, bombardeó nuestra ciudad, dejando 159 muertos entre la población civil y varios cientos de heridos, aunque también haya quien busque justificación en aquellas muertes de civiles y muchos niños, que pasaban una tranquila tarde de abril en Jaén en 1937.
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