El seleccionador español Vicente Del Bosque recibió ayer el premio al mejor entrenador del año tras alcanzar las cotas más altas al frente de la selección española de fútbol.
Su actitud fue ejemplar, su discurso impecable y su saber estar envidiable. Así recibió semejante premio Vicente Del Bosque. Tal como es, sencillo, agradecido y coherente con lo que dice y lo que hace. El técnico salmantino se impuso a sus ‘colegas’ de profesión Pep Guardiola y José Mourinho, seguramente las dos mejores apuestas deportivas a nivel de club en este momento.
Y es que Del Bosque se lo merece. Su trayectoria desde sus inicios en el Real Madrid es inmejorable. Es un maestro a la hora de manejar vestuarios. Ha tenido egos muy importantes a sus órdenes que ha sabido gestionar a la perfección y parece que ningún tema peliagudo le incomoda. Se enfrentó a su controvertido despido del Real Madrid con elegancia y cordura, manejó las situaciones de aquel vestuario sacando el mejor rendimiento de todos y cada uno de los grandes jugadores que tuvo a sus órdenes y ya en la selección española ha capeado el temporal de manera ejemplar con los problemas Madrid-Barça que ha habido en los últimos tiempos.
Por todo esto, apostar online por el triunfo de Vicente Del Bosque allá donde va es un valor seguro. Sus métodos no son fuera de lo normal, no inventa nuevos sistemas y esquemas enrevesados, se limita a otorgar confianza al futbolista y a ser buena gente, a ir de frente y dar las explicaciones oportunas en el mejor momento posible, sin tapujos y alejado de los focos. Esta humanidad y claridad de ideas le permite exprimir al futbolista en el mejor sentido de la palabra, sin llevarle al límite, simplemente dejando que tome sus decisiones siempre con el equipo en mente.
En una entrevista reciente para el diario El País, el seleccionador español deja dos frases que para mí le definen como persona y entrenador. La primera, al ser preguntado por su manera de entrenar responde que “Lo importante de nuestra función es que hagamos creer al jugador que manda, pero que haga lo que nosotros queremos. No es engañarle, es escucharle hablar de fútbol y de la vida”. La segunda, al ser preguntado por qué es lo que más le preocupa en la vida, su respuesta fue la siguiente “Principalmente, intentar que mis hijos sean majos”. Siempre con el diálogo y la humanidad como principales argumentos.
Así, la definición de nuestro seleccionador parece clara: Vicente Del Bosque, persona y entrenador. Un grande tanto dentro como fuera de los terrenos de juego.
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