Leo en la portada de un periódico de papel: “Primeras grietas en la relación entre Ciudadanos y el Gobierno de Díaz”. “La comisión de los cursos de formación provoca los principales desencuentros”… Hombre, no creería la señora Díaz que a la derecha remozada de este reino se le iba a olvidar el asunto de la regeneración democrática en su versión de la corrupción política; máxime, cuando ha sido esta promesa-medida electoral la que más réditos le proporcionó en las urnas al mencionado partido el 20-D. Ahora, como es natural, no puede defraudar bajo ningún concepto a quienes les dieron o prestaron su voto. Así que, no sé a qué viene lo de que se han abierto grietas entre ambas formaciones. Eso sí, puede que a los que rigen el socialismo andaluz les haya salido el tiro por la culata, que me refiero a lo del “abrazo del oso” para la investidura como presidenta de doña Susana.
Sigo indagando por las páginas del mismo periódico de papel: “La Iglesia se declara “perpleja” e insta a buscar una salida al laberinto político”, dice el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), don Ricardo Blázquez… ¡Caramba! Hacía tiempo que no se pronunciaba públicamente la confesión religiosa denominada iglesia católica, acerca de lo que acontece por las afueras de sus templos y bienes inmuebles. Pues ya lo está usted viendo, amigo. Creo que se barrunta una “alianza progresista de cambio”, como anuncia don Pedro Sánchez, cabeza visible del PSOE. Una opción –esto lo aporto yo a título personal- para, en cierto modo, poner a este país nuestro de cada día en la verdadera senda del progreso, y que nadie, dentro de la Unión Europea, menoscabe la valía y el carácter del pueblo español. Por ello, estimado cardenal, y si sucede como le apunto, deberían ustedes adecuar sus credos y costumbres a los nuevos tiempos.
Continúo hojeando el papel: “Rajoy atenderá al líder del PSOE “como se merece”, con un rotundo “no”. “El presidente insta a Sánchez a que “deje de marear la perdiz” y se incline ya por la coalición con PP y C’s”… ¡Qué penita de gaviota, que se arrastra por el lodo glutinoso, en un acto de inclinación de cabeza, con tal de seguir picoteando donde sea y con quienesquiera! Y es que todo se paga en esta vida, don Mariano. En esta vida, le digo, no en la otra. Porque el tormento en la cruz a que ha venido sometiendo el Partido Popular (con la complicidad de muchos) a las capas vulnerables de nuestra sociedad, sin miramiento ninguno y durante un “larguísimo” cuatrienio, de alguna manera debía pasar factura. Que lo de exhibir en cada rueda de prensa que fueron el partido más votado, no es sino la excusa, la clásica pataleta del niñito malcriado. Por ello,posiblemente, y a partir de estos momentos, tenga que acostumbrarse, esclarecido señor Rajoy, a contemplar la faena desde la barrera.
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