El mes pasado, Levantemos El Puerto registró en el Consistorio un documento explicativo de las cuentas de su grupo del primer trimestre de este año. A dicho documento se le adjuntaba un extracto bancario detallado de los movimientos y una fotocopia de cada una de las facturas de los gastos de gestión que han realizado.
En el Pleno ordinario celebrado el catorce de diciembre de 2016, Levantemos elevó una moción, en el punto 23, que fue aprobada por la unanimidad de los partidos representados, instando al equipo de Gobierno a la creación de un Reglamento en el que fuese de obligado cumplimiento el rendir cuentas públicamente del uso de la asignación a los grupos políticos.
Además, Levantemos pedía que este Reglamento “contuviese una lista tasada de las cuestiones que pueden ser sufragadas por esta asignación de dinero público que reciben los grupos políticos, concretamente la lista tasada que se proponía se centraba principalmente en gastos de materiales, asesoría y desplazamientos necesarios para la gestión diaria”.
Meses después, y al hilo de esta aprobación unánime, Viva El Puerto ha querido consultar a los partidos acerca de esta cuestión, ya que no hay noticias del citado reglamento.
En junio de 2015, al constituirse la nueva Corporación municipal, la cantidad a percibir por los grupos quedó fijada en un fijo para todos, 1.300 euros, a lo que habría que sumar la variable de 130 euros por cada concejal, quedando las siguientes cantidades: Partido Popular con 2.470 euros, PSOE con 2.080 euros, Levantemos con 1.820 euros, Izquierda Unida con 1.690 euros, Ciudadanos con 1.560 euros y Grupo Mixto (solo lo formaba Carlos Coronado) con 1.430 euros.
Dinero público
Buceando en la web municipal hemos encontrado la ordenanza municipal que tiene por objeto regular la organización y el régimen de funcionamiento de los órganos de Gobierno y de la Administración de El Puerto, y que advierte que “el Pleno del Ayuntamiento de El Puerto de Santa María, con cargo a sus presupuestos anuales, asignará a los Grupos políticos una dotación económica que deberá contar con un componente fijo idéntico para todos los Grupos, y otro variable en función del número de miembros de cada uno de ellos”.
La misma normativa recoge que “los Grupos políticos deberán llevar una contabilidad específica de la dotación económica asignada por el Pleno con cargo a los presupuestos anuales de la Corporación, contabilidad que pondrán a disposición del citado Pleno siempre que éste lo pida”.
Esto quiere decir que en la práctica las asignaciones a los grupos no se rigen por la fiscalización de la Intervención municipal. La contabilidad municipal solo registra las salidas de dinero a los grupos pero no tiene los justificantes del destino dado..
Se ha denunciado públicamente este vacío, pero en el caso de El Puerto es Levantemos El Puerto el que pone el dedo en la llaga afirmando que “las asignaciones mensuales que recibimos son dinero público, y como tal, no deben gestionarse de manera tan opaca como hasta ahora”.
Para Levantemos, “estas asignaciones de dinero han servido presuntamente para traspasarse a los partidos políticos y desde allí gastarlo arbitrariamente sin filtro alguno, sin rendir cuentas ni dar explicaciones de lo que se hacía con el mismo”.
Y damos un paso más: los propios concejales del grupo político (sin personalidad jurídica) o el personal de confianza del mismo, son personal al servicio de la corporación y, por tanto, no pueden percibir cantidades de estas asignaciones.
Terreno poco claro
Los grupos políticos (salvo Levantemos), además de Coronado, han respondido con muy poca concreción. Así, Ciudadanos ha asegurado que “en referencia al desglose de la asignación del grupo municipal, le comunico que éste actúa en relación a sus gastos en base a lo estipulado por la ley, entendiendo por tales, los gastos propios de su funcionamiento (material de oficina, etc.)”.
El PP ha comunicado que “la asignación económica que recibe el grupo municipal popular, prevista en el art. 30 del actual reglamento de organización y funcionamiento del Ayto. de El Puerto, se dedica a sufragar los gastos de papelería, gastos de materiales de oficina y asesoría”.
La respuesta de Izquierda Unida ha sido que “el uso que damos a la asignación municipal se centra básicamente en los gastos de funcionamiento diario necesarios para nuestra actividad (material de oficina, trabajos de imprenta, servicios de ofimática, etc.).
También alguna suscripción a medios de comunicación locales y estatales”. Añaden además que el grupo municipal de IU “también asume los costes de desplazamiento de nuestros concejales, siempre y cuando se trate de una actividad relacionada con su trabajo como cargos públicos de nuestro grupo municipal”.
Dicen desde IU que “hemos realizado pequeñas colaboraciones con colectivos culturales locales (carnaval, asociaciones sociales, etc.), a modo de apoyo para actos públicos, etcétera”.
“Todos estos gastos están debidamente justificados mediante factura o documentación acreditativa y se recogen en nuestras cuentas”, concluyen.
En el caso del PSOE, aseguran que “la asignación que se recibe es destinada a cubrir los gastos de funcionamiento habitual del grupo, tales como compra de material de papelería y consumibles, así como realizar aportaciones a entidades sociales, culturales, deportivas o vecinales que organizan eventos de carácter solidario y con las que el PSOE colabora cuando se lo solicitan”.
Ángel González, portavoz socialista, explica que “esta faceta de implicación social de los grupos políticos es poco conocida, por lo que entendemos que es buena ocasión de recordarla, sin que tengamos que hacer autobombo o publicidad de ello”.
En el caso del concejal no adscrito Carlos Coronado (recibe mensualmente como todos los ediles), mientras estuvo en el Grupo Mixto de junio a noviembre de 2015, y antes de su salida del Partido Andalucista, percibió algo más de 7.000 euros.
En su respuesta, Coronado ha comentado que el destino de este dinero ha ido a parar a “ayudas sociales: a familias que venían pidiendo alguna ayuda (libros, comida...) y alguna ayuda a temas solidarios (entradas fila 0 a eventos y otros)”.
En definitiva, poca concreción, mucha opacidad, escasa transparencia y un gran vacío legal que debiera subsanarse de una manera más ética y moral. Luz y taquígrafos.
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