Muchos portuenses han rebautizado a El Puerto como El Puerto de Santa Apatía, y debo decir que llevan muchísima razón en ello. También dicen que no nos queremos a nosotros mismos ya que si un paisano pone un puesto de churros y enfrente un foráneo monta otro, seguro que diremos “los churros de el de El Puerto no valen na, los del (sanluqueño, rondeño, ecijano….) son mucho mejores” y a éste lo encumbramos y al conciudadano le obligamos a cerrar por falta de clientela.
Pues quizás debido a estas dos verdades “como puños”, la empresa concesionaria de nuestra Plaza Real nos ha cogido el molde y hace y deshace lo que le viene en gana. Aunque el Ayuntamiento le intente poner calzos y hacer que cumpla con lo recogido en un “pésimo” pliego de condiciones que jurídicamente tiene mucho que interpretar, es decir que “donde pone digo también puede poner Diego”, este año han presentado una temporada taurina incompleta ya que según dicho pliego y uniendo al mismo las mejoras presentadas para la obtención de la explotación de la Plaza, faltan una novillada con picadores y otra sin picadores, además de la tres clases prácticas para la Escuela Cultural de Tauromaquia “La Gallosina”.
Aunque la concesionaria ha dicho que estos festejos lo dará en los meses de septiembre y octubre (pero ya se sabe “del dicho al hecho va un trecho”), para mayor tranquilidad en el cumplimiento de lo firmado éstos deberían estar ya anunciados, aunque tan solo fuesen la fechas en las que se van a celebrar.
Imperdonable es la ausencia, por tercer año consecutivo, del matador de toros portuense Alejando Morilla, que a la postre celebra su décimo aniversario de alternativa. Esto me “huele” a vendetta de la empresa por haber echado para atrás el Consejo Taurino de la Real Plaza un cartel para la puesta de largo de la remodelación, formado por una terna sin demasiado nombre y en la que estaba incluido el torero portuense. Pero la verdad, según me he informado, es que si bien el cartel presentado no fue del agrado del Consejo, se instó a que se contara con el maestro portuense acompañado de dos figuras del toreo que sin duda alguna darían más lustre a tan importante fecha.
Sobre este tema me consta que ha habido dimes y diretes entre Ayuntamiento y empresa, pero la auténtica verdad es que Morilla no está anunciado en la temporada, aunque según Tomás Entero se tiene previsto para la primera sustitución que surja pero con la coletilla de “si los dos toreros que componen el cartel no ponen impedimento”.
Carteles
Bueno, centrémonos en los carteles:
- Para empezar no me gusta que el cartel de la reapertura de nuestra plaza sea un espectáculo mixto, porque ya que la cabeza del toro de la inauguración por lo visto es del segundo toro lidiado (anécdotas de la historia de nuestra Plaza), que la cabeza del astado del centenario cuelga de una alcayata por el Aljarafe sevillano (se llevó para su restauración y…..), creo que no es de recibo que el ejemplar que “reinaugure” nuestro coso esté reglamentariamente arreglado al ser lidiado para rejones (en el caso de que se tenga idea de disecar su cabeza para exponerla en el futuro museo).
-Tomás Entero usa siempre la coletilla de “¿a quien quito de un cartel para poner a otro?”, la verdad es que no se puede quitar a nadie ya que todos son máximas figuras, pero sí, antes de poner a algún torero se ha debido contar con otro. ¿Qué pinta “El Cid”, con todos los respetos hacia su trayectoria y torería en El Puerto?, ¿no hubiese cabido en ese cartel Alejandro Morilla, Juan Mora, Diego Urdiales, Paco Ureña, Pérez Mota, Morenito de Aranda, etc..?
Tampoco estoy muy contento con el doblete de López Simón, creo que con una tarde hubiese bastado. Punto y aparte es la inclusión como novedad del torero Borja Jiménez, apoderado por Tomás Entero y que “casualmente” no ha tenido problema para compartir cartel con dos máximas figuras. Ya lo dice el dicho “hace más el que quiere que el que puede”, ciertamente su paso como novillero por el albero portuense fue triunfal, al igual que el de Lama de Góngora y José Garrido, el primero muy apagado tras tomar la alternativa y el segundo consiguiendo a base de grandes esfuerzos hacerse un hueco en el escalafón.
-Sobre las ausencias de figuras, sin menospreciar al resto de matadores, se echa de menos una vez más a “El Juli” (El Puerto se está perdiendo la mejor etapa del torero madrileño), Roca Rey (revulsivo actual de la Fiesta) y Miguel Ángel Perera (que tiene una cuenta pendiente en nuestra Plaza). Nada que decir sobre José Tomás y su forma de confeccionar sus temporadas.
-Hablar de las ganaderías en El Puerto es una guerra perdida ya que los toreros del gusto del público imponen los hierros denominados comerciales.
Debo agradecer la repetición de los toros de Salvador Domecq, ganadería que tan buenos ejemplares mandó el pasado año.
-Por fin podemos ver al novillero portuense Daniel Crespo, a la tercera va la vencida, pero compartiendo cartel con dos novilleros sevillanos. Quiero recordar al empresario que en la provincia hay novilleros que deben torear en El Puerto, como son Álvaro Sanlúcar, Eloy Hilario, Manuel Ponce, entre otros.
También novilleros sin picadores que quieren su debut como el portuense Alejandro González y el madrileño pero representante de “La Gallosina” Pablo Mora.
Bueno la “cena está servida”, buen provecho y hasta el final de temporada.
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